Dove: retratos que trascienden la belleza

El lunes pasado, la compañía Dove subió un video a YouTube como parte de su campaña: "Eres más bonita de lo que crees". El video dura tres minutos y relata un experimento. Un dibujante, especializado en realizar retratos hablados, se encuentra en un departamento detrás de una cortina, sentado frente a su caballete y con su material listo para dibujar. Una a una, entran varias mujeres, se sientan en un sillón y el dibujante les pide que describan los rasgos más característicos de su rostro. Él no puede verlas en ningún momento, sólo dibuja lo que escucha.

'Dove Real Beauty Sketches': doveunitedstates
'Dove Real Beauty Sketches': doveunitedstates

Cuando el dibujante termina, las mujeres salen del lugar, pero antes se les pide que tengan una conversación informal y amigable con la siguiente participante. Cuando ésta entra, el dibujante le pide que describa cómo era el rostro de la mujer con la que acaba de conversar. Al final del video, el artista muestra los dos dibujos, el que hizo con la autodescripción y el que hizo con la descripción de un tercero. Y las mujeres tienen reacciones que vale la pena mirar. (No encontré un video completo y subtitulado en castellano, pero tiene subtítulos en inglés).

La campaña me parece magnífica porque nos muestra cuán duros podemos ser con nosotros mismos cuando nos obsesionamos con “detalles” anatómicos que, para los demás, no son defectos. Pero hay más: no es que los retratos sean radicalmente distintos, no es que uno sea más “bonito” que otro. La diferencia que yo percibo está en la expresión que tienen los primeros, frente a la sencillez o la “neutralidad” que transmiten los segundos.

Pienso en cómo se ve la gente cuando se enoja o cuando llora mucho, pienso en mí y en mis amigas cuando estamos pasando por momentos complicados. Incluso decimos: “estaba tan triste que desperté con la cara chueca”. A lo que voy es que en la autodescripción van mezcladas emociones, historias, momentos difíciles, recuerdos, vivencias. El dibujante capta esas emociones y las traduce en sensaciones ópticas, es decir, en líneas, volúmenes y formas, que luego forman dibujos. Cuando el dibujo está hecho con la descripción de un tercero, el conocimiento es superficial, por lo tanto, las expresiones son más o menos “neutrales”.

La campaña funciona en la medida en que muestra cómo los demás, cuando nos miran, no hacen juicios tan duros sobre nuestra apariencia. Podríamos resumirlo a través del viejo refrán: la belleza está en los ojos de quien la mira. Lo que podamos decir sobre la belleza no es más que una interpretación subjetiva. Pero una interpretación nunca es completamente personal porque se hace a partir de pensamientos, experiencias y parámetros aprendidos, tanto individuales como colectivos.

'Dove Real Beauty Sketches': doveunitedstates
'Dove Real Beauty Sketches': doveunitedstates

El experimento de Dove hace énfasis en esas interpretaciones, pero hay otro mensaje implícito: tal vez la hostilidad que percibimos en el primer retrato proviene de las opiniones hirientes que las personas recibieron en el pasado o de las comparaciones que hacen frente a las imágenes del canon de belleza dominante, a saber, el del cine y la publicidad. Esas opiniones se internalizan de tal forma que las asumimos como propias, verdaderas o inamovibles y, en la mayoría de los casos, van cargadas con intenciones destructivas o emociones negativas. Si el segundo retrato parece más “bello” es porque al venir de un desconocido no hay ninguna carga emotiva, no hay intenciones negativas de por medio.

De acuerdo con el sitio de Dove, “las mujeres son sus peores críticas. Sólo 4% de las mujeres en el mundo se consideran bonitas (...) decidimos llevar esta campaña para explorar cómo las mujeres se ven a sí mismas en contraste con lo que otros ven”. En ese sentido, la campaña cumple con su objetivo: cuando las mujeres miran el segundo retrato, se conmueven porque ven un rostro más amable de sí mismas. Y es ahí donde podemos ubicar el verdadero cuestionamiento.

Las mujeres se conmueven al ver esos dos retratos, pero me parece que esa emoción no tiene que ver con la “belleza” de uno o la “fealdad” de otro, sino con todo lo que se remueve en su interior. Cuando miramos nuestro rostro en el espejo, vemos también toda nuestra historia: dolor, alegría, pasiones, frustraciones, recuerdos, deseos, heridas, sueños por realizar... Esa imagen es la que proyectamos cuando nos describimos a nosotros mismos. Lo que miramos en el retrato no es la belleza o la fealdad que se proyecta, sino un cúmulo de emociones, preguntas, historias y contradicciones. Vemos la vida en su complejidad. Pero ocurre que no estamos acostumbrados a asociar la belleza con la complejidad o la contradicción. Tal vez por eso, cuando las mujeres miran ese otro retrato, más “neutral” o más “amable”, se conmueven ante la posibilidad de mirarse a sí mismas de otra manera.

'Dove Real Beauty Sketches': doveunitedstates
'Dove Real Beauty Sketches': doveunitedstates

Creo que ambos retratos son valiosos porque nos muestran dos extremos: el primero es una mirada “desde el interior” y el segundo es una mirada “desde el exterior”. En medio, en esa mezcla de interior y exterior, estamos nosotros como individuos de carne y hueso buscando equilibrio y sentido, construyendo relaciones de confianza, trabajando para seguir adelante y hacer una vida significativa.

Uno puede mirar el experimento sólo desde el punto de vista de “la belleza” (lo que sea que eso signifique). O también puede mirarlo como una posibilidad para cuestionar la forma en que fuimos educados y hacer a un lado la hostilidad de las imágenes que nos imponen como parámetros de belleza. Para mí, esta campaña no tiene que ver con la belleza sino con la construcción de una imagen más positiva y compasiva de nosotros mismos. Si hay belleza en alguna parte, esa está en la posibilidad de abrazar nuestra historia tal y como es, de aceptarnos y amarnos por el simple hecho de existir.

¿Qué te parece la campaña?

Twitter: @luzaenlinea

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