Cómo mantener la mente joven

Una de las características que más me gustan del cerebro es la neuroplasticidad. Esta capacidad le permite al cerebro (y a todo el sistema nervioso) modificarse y adaptarse a circunstancias nuevas, elaborando otras rutas de pensamiento y dejando atrás las que ya no le son útiles. Precisamente, esa cualidad es la que mantiene a nuestra mente joven y flexible, y al cuerpo, en mejor disposición para la vida.

La neuroplasticidad mantiene joven a la mente / Foto: Thinkstock
La neuroplasticidad mantiene joven a la mente / Foto: Thinkstock

El Centro de Salud Cerebral de la Universidad de Texas en Dallas diseñó una serie de estrategias para potenciar la neuroplasticidad. La directora del Centro y colaboradora de Next Avenue, Sara Bond Chapman, contó a la revista Forbes que dichas estrategias mejoran el rendimiento, la irrigación sanguínea, la comunicación entre los hemisferios y las conexiones estructurales del cerebro. Eso se traduce en mejor concentración y mayor habilidad para tomar decisiones. La pregunta, entonces, es cómo integrarlas a nuestra vida diaria. Estas son las recomendaciones de Bond:

1. Realiza una sola tarea. Muchos de nosotros tenemos problemas para terminar proyectos largos. Tal vez se debe a que nuestro cerebro no está diseñado para hacer tareas complejas durante periodos prolongados, o para realizar muchas operaciones mentales al mismo tiempo; hacerlo nos lleva a errores y produce estrés. La solución, señala Bond, es tomar descansos y hacer una lista diaria de prioridades. Identifica las dos tareas más importantes, las que requieren mayor concentración o energía mental, y ponlas hasta arriba de tu lista. Mientras las estés realizando, apaga el teléfono, no contestes mensajes ni correos, de manera que tu mente se enfoque en una sola cosa. Si completas esas dos tareas al inicio del día, eso te dará una sensación de satisfacción que te permitirá sacar adelante el resto de los pendientes con mejor actitud y concentración.

2. Toma distancia. Cuando estamos sobrepasados por detalles y minucias, nuestro cerebro se bloquea, sigue instrucciones ciegamente y regurgita información. Trabajar así es limitante y nos desmotiva. Por un momento imaginé los enormes aparatos burocráticos, llenos de recovecos, minucias, sellos, copias, papeles, firmas... A veces no llevamos a cabo un trámite porque nos hace perder mucho tiempo y nos quita energía; es como si la burocracia estuviese diseñada para desalentarlos. Según la investigadora, la solución es tomar distancia, ganar perspectiva, resignificar la información sintetizándola y relacionándola con alguna experiencia de aprendizaje. Replantear la situación desde otro punto de vista le ayuda al cerebro a generar nuevas ideas y soluciones.

3. Abraza lo desconocido. El aburrimiento nos pone a circular por la vida en modo automático. Aferrarse a una rutina es la forma más fácil de evadir ciertos retos, de no cambiar o sentirse confrontado. Pero vivir en piloto automático, dice Bond, tiene un gran riesgo: uno pierde las oportunidades más importantes para el crecimiento personal, ese que alimenta nuestra mente y nos da retos para desarrollar nuevas habilidades. La curiosidad es una fuerza muy poderosa, nos incentiva a pensar constantemente “Qué pasaría si...”. La forma de integrarla a nuestra vida es comprometiéndonos a explorar lo que nos apasiona. Y averiguar cosas que no conoces no significa abandonar lo que te gusta o renunciar a lo que sabes, simplemente es un reto. Romper tus limitaciones, profundizar en un conocimiento o desarrollar nuevas habilidades pondrán a tu cerebro en el camino de la plasticidad, y a ti, en el del crecimiento y la vitalidad.

Twitter: @luzaenlinea

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