Cómo hablar con un niño sobre la pérdida un ser querido

A medida que los niños vayan creciendo, podemos complejizar las respuestas.
A medida que los niños vayan creciendo, podemos complejizar las respuestas.

El fallecimiento de una mascota, por ejemplo, puede ser una experiencia útil para mostrarle a un niño el proceso de la vida, que incluye la muerte como desenlace ineludible.

Para los niños más pequeños, es más sencillo relacionar la muerte como el final de la vida en la vejez extrema. Entonces, aparecerán respuestas del estilo: “La gente se muere cuando es viejita”, por ejemplo. Es aconsejable hacerlo así para ofrecerles la tranquilidad de que eso no está por suceder y que puedan despreocuparse de ello.

A medida que los niños vayan creciendo, podemos complejizar las respuestas.

Además, ellos empiezan a realizar preguntas que contradicen estas afirmaciones, del estilo: “Si es así, ¿por qué a veces mueren niños?”. Allí se abre paso a respuestas más ajustadas, que incluyen la enfermedad, los accidentes e, incluso, los hechos de inseguridad como causas de la muerte de algunas personas.

Sin embargo, hay otra clase de respuestas que suelen dar los adultos. Se trata de frases tan escuchadas como: “Se lo llevó Dios” o “Se fue al cielo y te mira o te cuida desde una estrellita”. La primera no habla del proceso vital de los seres vivos: nacimiento, crecimiento y muerte, por lo que invita al niño a pensar: “En cualquier momento me lleva a mí”. Esta respuesta no aporta elementos tranquilizadores a los temores frecuentes que tienen los niños en relación con la posibilidad de la muerte: la propia y la ajena. Algunas familias agregan una parte que complica aún más las cosas: “Se lo llevó Dios porque era bueno”.

En este caso, los niños podrían pensar que no deben ser buenos para evitar que Dios los lleve. La segunda opción, estrellas de por medio, favorece la aparición de ideas persecutorias infantiles: desde la estrella lo están mirando todo el tiempo: su abuela, el tío, etc., por lo que no tiene libertad de acción como otros niños que cuentan con su intimidad, sus secretos.

Como vemos, una vez más, la mejor respuesta es la que es verdadera, honesta y clarificadora.

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@licmrussomando

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