Synsepalum dulcificum: la fruta que engaña a tu boca

Fruto del oeste de África llamado Synsepalum dulcificum
Fruto del oeste de África llamado Synsepalum dulcificum


Frente a ti hay platos con limones, carambolas, aceitunas, pepinillos, berenjenas, granos de café, un vaso con cerveza oscura y una copa de vino tinto; lo pruebas todo, pero pasa algo raro: ¡te saben muy dulces! Para nada es lo que tu cerebro esperaba.

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Esta experiencia solo podría ser provocada por haber consumido unos minutos antes un extraño fruto del oeste de África llamado Synsepalum dulcificum, a la que llaman comúnmente “fruta milagrosa” o “baya mágica”, nombre merecido, pues tiene la cualidad de bloquear los receptores de la lengua que reconocen los sabores amargos y ácidos gracias a una glicoproteína llamada miraculina y que hasta ahora solo se ha encontrado en este pequeño fruto.

El efecto dulcificante se prolonga desde el momento que se consume hasta 30 a 60 minutos más. Este atributo la ha popularizado y en algunas ciudades como Nueva York, se organizan entre sibaritas, gourmands y curiosos, “viajes de sabor”, en los que por unos 15 a 20 dólares, se experimenta probando diferentes alimentos después de comer la baya.

Los comensales han compartido sus experiencias, entre las que se cuenta por ejemplo, uno que asegura que percibió sabor de malteada de chocolate cuando tomó cerveza Guinness con una rodaja de limón; u otro que dijo que el vinagre le sabía a puré de manzana, el queso de cabra a tarta de queso.

El autor del blog gastronómico Flavortripping, lo describe entusiasmado como “algo que Willy Wonka hubiera inventado”.

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El fruto no es económico, pues cada pequeña baya cuesta por lo menos 2 dólares, pero muchos piensan que no es tanto, considerando su origen y lo exótica que resulta la experiencia, además, no tendría caso preparar por ejemplo un bote de mermelada de Synsepalum dulcificum, si comiendo solo un poco podrías comer incluso pasta de pepinillos o cualquier otra cosa y percibir sabores sorprendentes, llenos de dulzor.

Al margen de la gastronomía, este fruto podría hacer más agradables al paladar medicamentos de sabor desagradable. Por supuesto, ya se trabaja en la posibilidad de crear un edulcorante con las bayas, lo que sería perfecto para personas que sufren diabetes, en tratamiento para bajar de peso o que simplemente deseen eliminar el azúcar de su dieta.

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Hasta ahora no es común encontrarla en mercados y se comercializa especialmente por medio de Internet.

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