Cómo explicar a los niños la falta de trabajo

Texto: Sebastián Zírpolo

La situación es bastante común, sobre todo en épocas de crisis económicas: el padre de la familia se queda sin trabajo y pasa a ganar menos dinero que lo usual, o directamente a no generar ingresos. Su ánimo se resiente, empiezan las dificultades en la vida de pareja y el hogar se vuelve caótico. En el medio, los niños sufren por partida doble, porque a las carencias producto de la malograda economía de la casa, se le suma una vida familiar con serias dificultades. Pero esto no tiene por qué ser así. Es posible enfrentar dificultades económicas sin que los niños sufran de más. ¿Cómo lograrlo?

“Todo depende de la edad de los chicos. Hay que tener en cuenta eso para darles una explicación acorde a lo que puedan entender. Pero siempre hay que decirles la verdad”, dice en conversación con Yahoo Mujer la doctora Sara Zusman, médica psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional y especialista en niños y adolescentes.

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En la misma línea, según le dijo Jayne Pearl, autora del libro Kids and Money Guide to Resilient Children: Teaching Kids to Thrive in Any Economic Environmenta la revista Parents, los niños pequeños necesitan una explicación simple, como: “En mi trabajo ya no me necesitaban más, así que pasaré más tiempo en casa”. Mientras que los niños más grandes pueden necesitar datos adicionales: “Papá no tiene trabajo porque la empresa cerró”. Los preadolescentes y adolescentes, por su parte, seguramente demandarán más detalles, como: “La compañía está tratando de ahorrar dinero, así que tuvieron que dejar ir a algunas personas y yo soy uno de ellos”. Lo importante, resalta Pearl, es darle a los chicos la oportunidad de hacer preguntas.

Además de hablar, también es importante generar un clima familiar en donde el conflicto no esté presente. “Los problemas económicos traen problemas en la pareja. El hombre puede pasar a deprimirse y eso derivar en otros problemas de salud, y elevar la conflictividad con la pareja. Por eso es importante como primera medida tener las discusiones fuera del hogar”, dice Zusman.

También es necesario consensuar entre los miembros de la pareja el discurso que se le va a dar a los chicos, de manera tal de que no vean diferencias entre ellos. “Ante una dificultad económica, en cuanto los chicos ven una grieta entre el padre y la madre, empiezan a desarrollar enfermedades injustificadas de origen psicosomático, como dolores de cabeza o dolor de estómago, para no ir al colegio y quedarse en el hogar a controlar la situación, para que los padres no discutan”, dijo a Yahoo Mujer la doctoraLiliana Moneta, psiquiatra y psicoanalista y presidente del Capítulo de Psiquiatría Infanto Juvenil de la Asociación de Psiquiatras Argentinos.

Actitudes a evitar

Una de las consecuencias de un clima familiar negativo es que los chicos empiezan a sentirse culpables de la situación. “Algo que suelen hacer los padres es decirle a los chicos, por ejemplo: ‘ya que no hiciste los deberes, o no te acostaste temprano, no te compraré lo que me pides’, como forma de enmascarar que no se lo comprará porque en realidad no lo puede hacer por falta de dinero. Eso genera sentimientos de culpa en los chicos y no hay que hacerlo”, dice Zusman.

Otra de las situaciones que dispara los problemas económicos en el hogar, es que el padre y la madre, aun sin discutir, hablen permanentemente de dinero cuando antes, en momentos en que el padre o los padres tenían trabajo, eso no sucedía. Esto puede ser también muy negativo para los niños. “Si los chicos fueron criados con ciertos valores espirituales, morales, y de la noche a la mañana ven a los padres haciendo cuentas, y pendientes del dinero, pueden sentir que aquello que les inculcaron ya no sirve mas, que su sistema de valores y creencias no sirve para nada. Así es como pasan a descreer de aquello que fue el fundamento de su familia”, dice Moneta.

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Esto puede generar chicos sin incentivos positivos, sin estímulos, que terminan desarrollando problemas de personalidad. “Algunos niños se vuelven violentos, y por ejemplo se convierten en los generadores de bullying en la escuela. Otros se deprimen, están desganados”, dice Zusman. También puede pasar que los chicos busquen otros referentes aparte de su padre y de su madre, que salgan en busca de otros modelos de familia. “Esto los puede confundir aún más, porque empiezan a desarrollar cierta difusión en su identidad”, alerta Moneta.

Por esto es fundamental que los padres, ante una situación económica adversa, estén atentos a la conducta de sus hijos. “Algo que suele pasar es que los padres se cierran sobre sí mismos y sus problemas de dinero sin fijarse en lo que pasa con los chicos. Cuando el padre encuentra trabajo nuevamente, recién ahí notan que sus hijos tienen problemas, cuando el daño ya está hecho”, advierte Zusman.

¿Has pasado por esta situación? ¿Cómo lo resolviste?

Entrevistas con: Sara Zusman, médica psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional y especialista en niños y adolescentes; Liliana Moneta, psiquiatra y psicoanalista y presidente del Capítulo de Psiquiatría Infanto Juvenil de la Asociación de Psiquiatras Argentinos.

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