La discriminan de empresa...¡por tatuaje!

Lilia fue eliminada del proceso de selección de una empresa cuando la reclutadora notó su tatuaje en la muñeca derecha./ Foto: Cortesía Lilia Solórzano
Lilia fue eliminada del proceso de selección de una empresa cuando la reclutadora notó su tatuaje en la muñeca derecha./ Foto: Cortesía Lilia Solórzano

Cuando Lilia Solórzano se hizo un tatuaje en la muñeca derecha, nunca imaginó que sería el motivo por el cual perdería una oportunidad de trabajo en una empresa trasnacional. Mucho menos porque ese tatuaje está compuesto por estrellas que representan a familiares fallecidos que son muy importantes para ella.

 “Los reclutadores de la empresa se interesaron en mi perfil, el cual vieron en una bolsa de trabajo. Me llamaron para una entrevista, pues consideraron que cubría los requisitos para un puesto de asistente de dirección general. Cuando llegué, me dieron un trato muy amable, todo iba muy bien, incluso me explicaron sueldo y el paquete de prestaciones.
“Yo traía un saco y se alcanzaba a ver una mínima parte del tatuaje en mi muñeca derecha, pero en cuanto la reclutadora lo observó, me preguntó si era temporal o permanente.  Le dije que permanente y que podía esconderlo con una pulsera, pero me dijo que en el examen médico se reportaría que tengo uno, razón por la que en ese momento terminaba el proceso de entrevista porque no contrataban personas con tatuajes”, explica Lilia, quien tiene 42 años y es licenciada en administración de empresas y fotógrafa profesional del estudio Pink Lace Photography.

Lilia está convencida que un tatuaje no limita su capacidad como empleada./ Foto: Cortesía Lilia Solórzano
Lilia está convencida que un tatuaje no limita su capacidad como empleada./ Foto: Cortesía Lilia Solórzano

Después de esta experiencia, Lilia entendió que lo que le sucedió fue inaceptable y que nadie tiene derecho a rechazar a una persona por un tatuaje, ya que es algo ajeno a la  experiencia o capacidad para desempeñar brillantemente un cargo.
“Me sentí como un objeto. De ahora en adelante voy a buscar empresas que practiquen la igualdad entre los empleados y que tengan políticas claras de no discriminación”, subraya.

Esta experiencia provocó que Lilia se sintiera extrañada, decepcionada e imponente, ya que está convencida que un tatuaje no limita su capacidad para cubrir una posición laboral. Platicó con algunos abogados, quienes le dijeron que no podían discriminarla por un tatuaje y que eso es un acto penado por ley.

Elena Vera, abogada, explica que  uno de los principales derechos humanos es el de no discriminación el cual  se estipula en el artículo 1 constitucional.

“Esta situación no es legal. Para realizar una denuncia de este tipo lo ideal sería contar con algún documento o grabación en donde el afectado pueda comprobar que ese fue el motivo de la discriminación.
“Difícilmente una empresa puede informar que no acepta gente con tatuajes porque sería evidente que está discriminando a los candidatos. Sería importante, antes de ir a la entrevista, preguntar los requisitos generales que solicitan”, concluyó Vera.

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