Mujeres, ¿demasiado éticas para ser empresarias?

Ellas prefieren no involucrarse en empleos en donde la ética no es un valor agregado / Foto: iStockphoto
Ellas prefieren no involucrarse en empleos en donde la ética no es un valor agregado / Foto: iStockphoto

Mucho se habla de por qué hay pocas mujeres en puestos directivos en las empresas a nivel mundial, y un nuevo estudio promete dar una nueva razón para ello: la ética.

¿Podríamos explicar la brecha entre hombres y mujeres en el mundo laboral por una cuestión de ética profesional?

La premisa de un estudio realizado por las psicólogas Jessica Kennedy (Wharton) y Laura Kray (Berkeley) parece indicar que las mujeres son más éticas que los hombres y por tanto pierden empleos porque no están dispuestas a "hacer todo lo que sea necesario".

Las psicólogas realizaron tres estudios independientes para ver cómo reaccionan hombres y mujeres cuando se les confronta con dilemas éticos en el trabajo.

En el primer estudio los participantes leyeron 14 viñetas describiendo situaciones laborales donde se comprometía la ética. Valores "sagrados" como la honestidad y lealtad se cambiaron por "valores" como el dinero y el estatus. Los participantes debían calificar cuán cuestionables eran estas acciones y cuán justificables eran como decisiones empresariales. Las mujeres, en general, consideraron estos actos más ofensivos que los hombres y como malas decisiones empresariales.

Para el segundo estudio el propósito era saber cómo las diferencias de género en cuanto a sensibilidad moral pueden afectar decisiones de carrera. A los participantes se le dio a leer una descripción de empleo que incluía responsabilidades y salario. Para un tercio de los participantes el texto incluía, además, un problema ético al que quizá se enfrentarían y donde la norma de la compañía era "hacer todo lo que fuese necesario". A otro tercio de los participantes también se les compartieron dilemas éticos, pero con la premisa de que la compañía esperaba que "hicieran lo correcto". El grupo "control" no incluía ninguna mención de ética.

Como resultado, los hombres se mostraron igualmente interesados se hablase de ética o no. Las mujeres estuvieron interesadas en el puesto cuando no se esperaba ningún tipo de compromiso ético o no se mencionaba. Pero cuando la norma era ser "malvado", mostraron mucho menos interés en el puesto que los hombres.

En el tercer estudio se realizó una prueba de asociación implícita y encontraron que las mujeres suelen asociar más los negocios con la inmoralidad que los hombres.

Las autoras sugieren que los roles de género juegan una parte importante en estos resultados: se espera que las mujeres sean más sociables y los hombres más exitosos.

¿Qué podemos concluir? Que las mujeres prefieren no involucrarse en empleos o empresas en donde la ética no es un valor agregado.

Lo mejor de todo esto es que el estudio no concluye con cómo deben cambiar las mujeres para incluirse en el mundo laboral, sino del desafío que enfrentan las empresas para que las mujeres se sientan igualmente atraídas a trabajar en ellas.

¿O será que necesitamos más mujeres en puestos directivos para que la cultura empresarial cambie? Kennedy en una entrevista menciona: "Si las empresas cambian a tener una visión a largo plazo del éxito, permitirían a las personas valorar tanto la ética como el éxito. Esto permitiriá a las personas dentro de las organizaciones, hombres y mujeres, ser más humanos".

@travesabarros

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