Podemos crear más mujeres “curiosas”

Algunas mujeres podrían toparse con obstáculos para insertarse en la comunidad científica.
Algunas mujeres podrían toparse con obstáculos para insertarse en la comunidad científica.

 

Mi hija de 9 años me dijo ayer, mientras desayunábamos, que cuando fuese grande le gustaría ser (yo sé que no es su única opción) una científica de renombre. La declaración captó mi atención, ya que percibo en el espíritu científico una actitud de descubrimiento, impulso creador, capacidad de asombro. Me pareció sano que la niña aborde con una visión curiosa el mundo que comienza a abrirse ante sus ojos desde temprana edad.


Quizás se haya disparado la idea en la menor luego de ver la película Tomorrowland, donde una adolescente optimista llena de curiosidad científica y un antiguo niño prodigio se embarcan en una temeraria e inspiradora misión.


El mundo científico es uno del cual desconozco casi todo. Por esa razón y para poder aportar datos en futuras charlas con la niña, es que comencé a informarme sobre cómo se compone el mundo científico. No vaya a ser cuestión que la pequeña busque incentivo en mí y me encuentre vacío de contenido estimulante…

Aparentemente en los países más avanzados las mujeres se encuentran con obstáculos para insertarse en la comunidad científica.

Lo primero que descubrí es que hace poco tiempo la publicación Nature divulgó un estudio preliminar que exhibía las circunstancias de desigualdad que regían en el mundo académico científico de Suecia. Más adelante la misma revista volvió a publicar nuevos informes que confirmaban que en esa misma condición se hallaban otros países industrializados. Se daba a conocer que en Alemania solo un 4,8% de los catedráticos es mujer. Para el caso de los institutos de investigación de carácter privado se acentuaban las diferencias: un 2,3% de las plazas era ocupada por mujeres y ninguna de ellas alcanzaba un cargo de dirección.

En los EE.UU. tampoco se reflejaba una situación distinta a la anterior. El trato de igualdad de la mujer en el mundo de la ciencia, expresado en cifras, detallaba que nada más que un 22% de investigadores e ingenieros eran de sexo femenino. A pesar de las estadísticas conocidas, se sabe que actualmente se están promoviendo programas especiales y designación de fondos estatales para fomentar la integración de las mujeres al mundo académico científico.

De hecho existen muchas otras esferas profesionales que el pensamiento mayoritario considera como masculinas. La tecnología es uno de ellos. Advirtiéndolo, Microsoft ha lanzado una campaña que se ha viralizado llegando a más de 2 millones de visualizaciones. En ocasión de conmemorarse el Día de la Mujer, la mayor compañía de tecnología del mundo subió a YouTube un video que tituló “Girls do science”.

En él se les preguntaban a varias niñas su posición acerca de la ciencia. Cifras posteriores indicaron que 7 de cada 10 entrevistadas estaban interesadas en el mundo tecnológico y científico. Se sabe que solamente 2 de cada 10 llegan a trabajar efectivamente en el sector.

Históricamente los premios Nobel, incluyendo la premiación de 2014, ha sido entregada 806 veces a hombres y 47 veces a mujeres. Es de destacar que de aquellos, únicamente 17 pertenecen a las áreas científicas.

Las profesionales de la ciencia expresan que a la hora de entrar a una academia, la maternidad se transforma en un tema que influye en que muchas mujeres opten por no seguir la vía académica. Aunque las mujeres representan un 51% de la población mundial, dentro de la sociedad científica su tasa de inclusión es sensiblemente baja.

Tenemos una tarea allí que podemos abordar los padres: romper con ese círculo viciosoanimando a las niñas a que cultiven su interés y curiosidad respecto de todo lo que las rodea. Tratar de reforzar su seguridad en la participación de tareas relacionadas con la ciencia ya que aumentando su confianza se podría interrumpir la arbitrariedad alojada en ciertos sectores de la sociedad.

¿Qué te parece?

@Sebas4nier

También te puede interesar:

La primera novia, esa enemiga
Ejercicio de a dos, mucho mejor
Infidelidad masculina. Ellas ya lo saben