La primera odontóloga

Hay muchas profesiones a las que, por las circunstancias sociales, las mujeres llegaron más tarde y la odontología no es la excepción; fue hasta 1866 cuando Lucy Hobbs Taylor se convirtió en la primera fémina en graduarse de esta carrera en la Facultad de Cirugía Dental de Ohio.

Lucy Hobbs Taylor
Lucy Hobbs Taylor

Hobbs nació el 14 de marzo de 1833 en Constable, Nueva York, y antes de decidirse por el mundo de la odontología, fue maestra de escuela durante 10 años, en Michigan.

Como te podrás imaginar, su camino no fue fácil, en un tiempo en el que la mujer era discriminada de muchas formas, incluso, inicialmente, se le negó matricularse en la escuela de odontología, en 1859, cuando llegó a Cincinnati con la intención de convertirse en dentista.

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En vez de darse por vencida, la decidida Lucy empezó a estudiar por su cuenta, guiada por un profesor privado de la Facultad de Cirugía Dental de Ohio, hasta que la institución cedió finalmente. Después de estudiar odontología, Lucy Hobbs comenzó su propia práctica en Cincinnati en 1861. Pronto se trasladó a Bellevue y luego McGregor, Iowa , donde pasó tres años.

En 1865, finalmente se ganó todo el reconocimiento profesional cuando se le permitió unirse a la Sociedad Estatal de Iowa Dental. Ese noviembre, entró en la universidad de Ohio en Cirugía Dental, donde en 1866 obtuvo su doctorado en odontología, convirtiéndose en la primera mujer en en lograrlo.

Tiempo después escribió: "La gente se asombraba al enterarse de que una joven había hasta ahora olvidado su condición de mujer como para querer estudiar odontología ".

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La valiente Lucy se trasladó luego a Chicago, donde conoció a James M. Taylor con quien se casó en abril de 1867, y a quien convenció también de estudiar odontología y de quién tomaría su apellido. Los dos se trasladaron a Lawrence, Kansas, donde practicaron conjuntamente hasta que James murió en 1886. Tras la muerte de su marido, Lucy Taylor dejó de ser una dentista activa, pero volcó su energía en el activismo político, haciendo campaña por los derechos de las mujeres, hasta su propia muerte el 3 de octubre 1910.

Su ejemplo valió la pena, para el año de 1900, cerca de mil mujeres estaban matriculadas en odontología, un incremento que muchos atribuyen, en gran parte, a sus logros. En 1983, la Asociación Americana de Mujeres Dentistas, para honrar a Taylor, establecieron el Premio Lucy Hobbs Taylor, que se otorga anualmente para reconocer la excelencia profesional y los logros en el avance del papel femenino en la odontología.

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