La oficina podría afectar tu salud

Tu peso podría seguir aumentando si además tu trabajo es estresante / Foto: Thinkstock
Tu peso podría seguir aumentando si además tu trabajo es estresante / Foto: Thinkstock


Comienza el día y estornudamos. Termina el día y nos duele todo. ¿Cómo es posible, si no hemos hecho nada fuera de lo usual? Pero ¡sí hemos estado en la oficina! ¿Sabías que tu ambiente de trabajo podría estar lleno de invisibles peligros para la salud? Entérate cuáles son algunos de ellos y lo que puedes hacer para combatirlos.

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El síndrome del “edificio enfermo”
Es el nombre que se le ha dado a un mal típico de las personas que trabajan en edificios de oficinas donde los ambientes tienen poca ventilación o están contaminados. En ellos, las” víctimas” aseguran haber estado expuestas a humo de tabaco, perfumes, insecticidas y alfombras nuevas, destaca el portal WebMD.

La lista de lo que puede ocurrirte en la oficina es muy amplia, incluye dolor de cabeza, fatiga, náuseas, mareos, congestión, resfriados, dolor de pecho, problemas para respirar, urticaria y cambios de humor. Sin embargo, el vínculo entre estos síntomas y el entorno laboral todavía no está científicamente comprobado, según el sitio mencionado.

Una buena posición
Pasamos muchísimas horas en nuestro trabajo y, sin darnos cuenta, ¡en la misma posición! Si a esto le sumamos una iluminación defectuosa o una silla inadecuada, los resultados podrían repercutir en nuestro cuerpo.

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Averigua si en tu oficina estás siguiendo estos consejos recomendados por Healthfinder, portal de Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU:

1. Asegúrate de que la pantalla de tu ordenador esté limpia
2. Ajusta el brillo y contraste
3. Ubica el monitor bien al frente para evitar girar mucho el cuello. Debe colocarse aproximadamente a un brazo de distancia
4. Evita reflejos sobre la pantalla
5. Utiliza una silla adecuada
6. Tómate pequeños descansos de cinco minutos y mueve tus articulaciones
7. Sal a dar una vuelta

Un entorno de comida chatarra
Ya sea en la cafetería, en las máquinas expendedoras o a la hora del refrigerio, la oficina puede proveernos fácil acceso a comidas poco saludables. Todo esto conforma un entorno que podría propiciar el sobrepeso, de acuerdo con la Escuela de Salud Pública de Harvard.

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Tu peso podría seguir aumentando si además, tu trabajo es estresante, o trabajas horas de más, porque esto hace que comas mal, te ejercites poco y duermas menos. Así que no solo prestes atención a tu trabajo, sino a dónde y cómo trabajas.

Recuerda que antes de hacer cambios en tu alimentación o estilo de vida debes consultar a un especialista de la salud.