¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Esa es la pregunta que Michelle Cook y Sarah Moshman quieren responder a través de una serie de documentales. Los cortometrajes muestran las historias de mujeres exitosas que, por su situación social o educativa, no han recibido reconocimiento. Cook y Moshman seguirán la vida cotidiana de mujeres exitosas e inspiradoras para mostrar distintas visiones femeninas del éxito.

Cook y Moshman documentan el empoderamiento de la mujer / Foto: heartfelt-productions.com
Cook y Moshman documentan el empoderamiento de la mujer / Foto: heartfelt-productions.com

Este sería el tercer trabajo que Cook y Moshman realizan para Heartfelt Productions, productora que se enfoca en el empoderamiento de la mujer. Su objetivo, que mujeres y niñas reciban inspiración, aprendizaje e imágenes positivas de la mujer para que puedan usarlas en su carrera y su vida cotidiana. Este enfoque sobre el éxito resulta novedoso porque no se elabora a partir del punto de vista masculino, sino que busca mostrar distintos enfoques sobre la experiencia, la emotividad y la inteligencia femeninas.

Las realizadoras, avecindadas en Chicago, quieren capturar cómo es que las mujeres conciben y construyen el éxito. Otro de los objetivos es compartir esas historias con mujeres más jóvenes.

El proyecto de la filmación resulta muy original. Las realizadoras planean viajar en una minivan, con un equipo de trabajo compuesto sólo por mujeres, desde Los Angeles hasta Nueva York. Al ser entrevistada por el Chicago Tribune, Cook, una de las realizadoras, se refirió a este proyecto como “Estrógeno sobre ruedas”. La idea de hacerlo en un viaje por carretera es recrear la metáfora del movimiento que implica el camino hacia el éxito.

Foto: heartfelt-productions.com
Foto: heartfelt-productions.com

Sin miedo

Al plantear la pregunta sobre el miedo, Cook y Moshman consideran que la respuesta “está aquí, muy cerca de la superficie, sólo queremos indagar un poco para sacarla y empoderar a otras mujeres”.

De acuerdo con Judith Gardiner, profesora emérita de la Universidad de Illinois, muchas mujeres realmente heróicas pasan desapercibidas para la sociedad porque no tienen los títulos profesionales que les proporcionan prestigio. Así, documentar mujeres de todos los niveles profesionales resulta inspirador para comprender que no tienen que ser grandes ejecutivas para considerarse exitosas. Es importante valorar en qué contexto se encuentra cada persona y preguntarse qué es lo mejor para cada una.

La primera mujer con la que trabajaron las documentalistas es la directora de cine Jill Soloway, también originaria de Chicago y ganadora del Festival de Sundance a mejor dirección.

Foto: heartfelt-productions.com
Foto: heartfelt-productions.com

Tras haber luchado durante toda su carrera por hacerse de un lugar en una industria dominada por hombres, Soloway cuenta que cuando asume su papel de directora se siente como pez en el agua. Sin embargo, los demás la hacían sentir mal diciéndole que era una “mandona”. Lo extraño, apunta Soloway, es que cuando se trata de un director hombre, esa actitud indicativa se acepta como una virtud. Al igual que las realizadoras, tiene la esperanza de que el documental pueda mostrar a las mujeres que está bien luchar para obtener lo que quieren.

Cook y Moshman planean difundir el documental por internet, como capítulos de una serie, de manera que los usuarios puedan compartirlo a través de las redes sociales. Al respecto, Soloway señala que es una estrategia magnífica porque “todo está conectado, Internet permite a las mujeres unir su voz y comparar puntos de vista; es una forma real de llegar a más personas”.

Para realizar el documental, las realizadoras están recaudando fondos a través de la organización Kickstarter (donaciones desde $1 dólar a través internet) y de una preventa de dos capítulos a través de su sitio web: heartfelt-productions.com. (Si quieren ayudar, pueden entrar AQUÍ.)

Creo que este tipo de iniciativas son necesarias y podrían ser replicadas en otros lugares del mundo. Al reconocer el valor y el poder que tenemos como mujeres (profesionistas o no) y como seres humanos, también impactan positivamente a toda la sociedad. Cuando una mujer es educada desde la comprensión, el reconocimiento, la aceptación y la solidaridad, es capaz de construir mejores condiciones de vida no sólo para ella, sino para la comunidad en la que vive.

¿Y tú qué harías si no tuvieras miedo?

Twitter: @luzaenlinea

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