¿Estás coqueteando conmigo?

De verdad, nunca me entero cuando alguien está ligando conmigo. Muchas veces he pensado que es porque no tengo activado mi radar para identificar las señales, sobre todo en contextos o espacios donde no me siento segura. “Tienes un problema de autoestima”, me dijeron el otro día, “parece que vienes al bar en calidad de observadora”. Quizás tengan razón, prefiero no enterarme y evito el coqueteo para no llevarme una decepción.

El coqueteo es un sistema de comunicación basado en señales de atracción.
El coqueteo es un sistema de comunicación basado en señales de atracción.

Según entiendo, el coqueteo o el ligue es un sistema de comunicación basado en señales de atracción. Cuando uno tiene cierto temor a ser rechazado, deja de leer esa señales como mecanismo de defensa, y también deja de emitir aquellas que son más obvias (es mi caso). Para mostrar su interés, esas personas recurren a otras estrategias menos directas, como ser amable, gracioso o conversador (totalmente de acuerdo; de hecho, el ligue frontal me asusta un poco).

Resulta que en esto de “leer las señales”, hombres y mujeres estamos casi igual de perdidos. La investigadora Theresa DiDonato, Doctora en Psicología Social y colaboradora de Psychology Today, citó en un artículo un estudio que profundiza en los mecanismos comunicativos del coqueteo. Los hallazgos al respecto confirman lo siguiente:

  • Entre más atracción física hay, más disposición se tiene para coquetear (obviamente), sin embargo, eso no hace que seamos más propensos a interpretar lo que el otro diga o haga como un gesto de ligue.

  • Mujeres y hombres son igual de “malos” para detectar los signos del coqueteo; del 100% de las interacciones en plan de ligue, las mujeres sólo reconocieron las señales un 18% y los hombres un 36%. Parece que, por default, consideramos que el otro no está interesado en tener una relación romántica con nosotros. Según DiDonato, esta es una estrategia socialmente útil, ya que se corren muchos riesgos cuando uno malinterpreta las intenciones del otro.

¿Cómo podemos saber si alguien está coqueteando con nosotros?

DiDonato apunta cuatro formas de averiguarlo.

Identifica las señales no verbales. El lenguaje corporal es una de ellas, pero hay que saber leerlo de acuerdo al contexto. Más que identificar signos aislados, es necesario leer “frases corporales”. Por ejemplo: una sonrisa, el cuerpo inclinado hacia delante, roces constantes “accidentales”, contacto visual, pueden sugerir un interés romántico.

Pon atención a lo que dice. La atracción suele manifestarse a través de códigos verbales más o menos directos, como un cumplido, preguntas sobre tu estado civil o referencias sobre su situación emocional, bromas que instalan tensión sexual en la conversación, etc.

Ten en cuenta el contexto. Es difícil (aunque no imposible) que el ligue ocurra en situaciones laborales o sitios que presuponen una distancia de cortesía (como la fila del banco) o cierto anonimato. Los sitos más comunes para un coqueteo son las reuniones sociales, por intermediación del alcohol (el lubricante social por excelencia) y los grupos donde se comparten intereses comunes.

 

No todos coquetean igual, en los estilos también hay intenciones / Foto: Thinkstock
No todos coquetean igual, en los estilos también hay intenciones / Foto: Thinkstock

Recuerda que hay estilos. No todo el mundo coquetea de la misma forma. Observa cómo ligan tus amigos, qué señales envían, qué comportamientos adoptan. Esas señales pueden ayudarte a identificar si alguien está coqueteando contigo. Por ejemplo, citando un estudio de McBain, hay cuatro estilos principales:

  • Los tradicionales: son más introvertidos, suelen ser cuidadosos y educados, no son del tipo de personas que se pone a conversar en la cola del supermercado.

  • Los físicos: no se sienten limitados por el contexto y recurren al lenguaje corporal.

  • Los juguetones: son más extrovertidos y menos cautelosos que los físicos, no son muy sinceros en contextos desventajosos (como el supermercado), pero se abren con facilidad en una situación de ligue propiamente dicha.

  • Los sinceros y educados: no son muy dados a tomar la iniciativa, prefieren que alguien los presente, son cautelosos en su acercamiento.

Estas claves están muy bien, sin embargo, dice DiDonato, para confirmar una situación de mutuo coqueteo hay que tener en cuenta tres factores:

Consistencia: ¿coquetean cada vez que se encuentran o es un gesto esporádico?

Distinción: ¿se comporta así con las demás personas o tiene un trato especial hacia ti?

Consenso: ¿te comportas de la misma manera con todo el mundo o adoptas una serie de gestos especiales cuando estás con esa persona?

Lo que dice la investigadora me ayuda a poner en claro algunas situaciones que ya conocía de manera intuitiva. No sé si lograré identificar una situación de ligue a tiempo, pero al menos sé que si alguien consigue “leer” mis señales de coqueteo, es porque tenemos una personalidad similar, o al menos, algunas ideas en común.

@luzaenlinea

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