Del jardín al botiquín: hierbas que curan

La semana pasada, mientras escribía sobre el aceite de árbol de té, pensaba en todo lo que guardo en el botiquín. Generalmente tengo analgésicos, desinflamatorios, relajantes y expectorantes, todos vienen en cajas y han sido fabricados químicamente tras un largo proceso de industrialización. Entonces me pregunté cómo sería tener un botiquín vivo. Me puse a averiguar cuáles serían las alternativas y me hallé con un conjunto de hierbas que se pueden cultivar en pequeñas macetas en el balcón, junto a la ventana o en el jardín, y que son fáciles de encontrar en el mercado local.

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Después de evaluar las ventajas de cambiar las pastillas por infusiones (ahorro de dinero y menos consumo de elementos tóxicos), me quedé pensando en el factor agua. La mala hidratación es uno de los factores que nos hacen vulnerables a virus y bacterias. El agua es el nutriente más importante del cuerpo, es esencial para todas las funciones fisiológicas, ayuda a mantener la temperatura, lubrica y protege a los órganos, transporta nutrientes y drena las toxinas. Cuando no hay suficiente agua en el cuerpo, los órganos, la piel y las mucosas se ven afectadas, lo que disminuye su función protectora y reguladora. En los cambios de estación, por ejemplo, necesitamos mayor cantidad de líquido para adaptarnos a las variaciones ambientales. Así, con la llegada del otoño en el hemisferio norte y la primavera en el sur, no está de más empezar a hidratarse con infusiones naturales para prevenir alergias y enfermedades.


Melisa, toronjil, cedrón (melissa officinalis)

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Es una hierba cítrica y anisada que reduce la ansiedad y el cansancio. Alivia la tensión, el nerviosismo y las depresiones estacionales ligeras. Una infusión antes de dormir ayuda a relajar y a elevar la calidad del sueño. Sus efectos estimulantes en la vesícula y el hígado, la hacen una excelente opción para romper el ayuno en la mañana. Hay que elegir las hojas (secas o frescas) que sean más aromáticas y que huelan un poco a limón.


Romero (rosmarinus officinalis)

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Durante siglos se ha usado para aliñar guisos, y ahora se sabe que combate la formación de bacterias dañinas en los ambientes y los alimentos en mal estado. Además, el romero dilata los vasos capilares y previene los dolores de cabeza provocados por la vasoconstricción. La primera vez que la usé me la dieron en una botellita de aceite esencial, pero la infusión resulta más efectiva cuando se trata de aliviar los síntomas relacionados con la menstruación, como dolores de cabeza, irritabilidad y cólicos.


Menta (menta piperita)

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Fresca o seca, la hoja de menta ayuda a eliminar los gases, alivia indigestión, náuseas y vómitos. Aunque solemos confundirla con la hierbabuena, la menta es más efectiva porque contiene el tipo de mentol digestivo. Cantidad: una cucharada de hojas o una ramita por taza.


Pasionaria, pasiflora o flor de la pasión (passiflora caerulea)

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Es una enredadera que crece en los jardines de climas cálidos, aunque también se encuentra seca en los mercados. Toda la planta es útil, la flor, los tallos y las hojas contienen sustancias sedantes no adictivas. Los herbolarios la recomiendan como el mejor tratamiento contra el insomnio y las enfermedades nerviosas, especialmente cuando está relacionado con la ansiedad o la depresión. Se recomienda hacer la infusión con una cucharadita de pasionaria seca por taza.


Manzanilla (matricaria recutita)

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Es una hierba clásica y fácil de cultivar, incluso puede crecer de manera silvestre en las jardineras de la calle. Gracias a sus aceites relajantes, desinflama el estómago y tranquiliza la mente. Tres tazas al día, antes de los alimentos, alivian la indigestión y la irritación que produce colitis. Para preparar la infusión hay que elegir las flores con aroma a manzana fresca. Se puede preparar por la mañana y tomarla como agua de uso, preferentemente tibia.


Salvia (salvia officinalis)

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Al igual que la pasionaria, es recomendada por sus efectos relajantes. Hay que preparar una infusión de cuatro cucharadas de salvia seca por una taza de agua y dejarla reposar un mínimo de cuatro horas. En caso de acidez estomacal o problemas digestivos, se puede preparar como infusión y tomarse como agua de uso tres veces al día. También es recomendable para quienes padecen úlcera o sufren de nerviosismo en la boca del estómago.


Tomillo (thymus vulgaris)

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Es un poderoso antiséptico y relajante que ayuda a aliviar la tos, la bronquitis, la sinusitis y la congestión nasal. Se puede preparar una infusión con dos cucharadas de tomillo (hojas y tallo) por taza; se recomienda tomarla tibia tres veces al día o mientras dure el resfriado o la tos. Su alto contenido en niacina facilita el riego sanguíneo al cerebro, por lo que también se considera como un buen estimulante para la memoria. Mezclado con melisa es un excelente remedio contra dolores de cabeza.

El uso, cultivo y consumo de estas hierbas es bastante extendido en casi todo el continente, pues fueron traídas durante la colonia (a excepción de la passiflora). Sin embargo, estoy segura de que en cada región hay una o varias hierbas que merecen dar el salto del jardín al botiquín.

¿Qué planta de tu región recomendarías?

Twitter: @luzaenlinea

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