Había una vez… una rana

Las ranas son animales fascinantes. Sin embargo, son poco apreciados y, a mucha gente, le causan temor. Pero, estos intrigantes anfibios son parte fundamental del equilibrio de nuestro planeta y aunque en muchos casos nos cuesta identificarnos con ellas, su supervivencia es parte importante de la nuestra.

Para apreciar su existencia, es muy importante conocerlas y entender su comportamiento.

Uno de los rituales más coloridos en el mundo de las ranas es el de la conquista. Cuando el macho llega a la madurez, llama a su futura pareja a través de un canto. Cada especie tiene su propio sonido y, en muchos casos, éste es tan fuerte que alcanza a ser escuchado a millas de distancia. Cuando la rana hembra se interesa, se acerca al macho y deja sus huevecillos en el agua para que éste los pueda fertilizar. Una vez fertilizados, los renacuajos deben defenderse por sí mismos.

Al igual que las mariposas, las ranas sufren una metamorfosis. Durante este proceso, los renacuajos primero desarrollan patas traseras. Tras a las 10 semanas, sus ojos y boca comienzan a desarrollarse. Después se forman sus pulmones, salen del agua e inician su vida como anfibios.

Estos animales tienen apetito muy particular. Se alimentan de insectos, roedores, tortugas y hasta ranas más pequeñas; lo cual es fundamental para mantener el equilibrio de los distintos ecosistemas y, al mismo tiempo, controlar las plagas.

Uno de los datos curiosos sobre las ranas es que tienen un excelente sentido de la vista y, aunque no lo creas, escuchan de maravilla. Los canales auditivos los tienen detrás de los ojos.

Ahora bien, la manera de diferenciar un macho de una hembra es gracias al tamaño de sus oídos. Si son más grandes que sus ojos son hembras y si son del mismo tamaño son machos.

Entre los datos curiosos sobre las ranas está el que no beben agua: la absorben a través de su piel. El sabor de sus huevos es horrible, para así proteger a los renacuajos de los posibles predadores. Las lenguas de las ranas están pegadas el frente de las bocas de estos animales, contrario a la de los humanos; una vez las ranas atrapan algo con ella, al regresar a su boca, va hasta su garganta.

Como puedes ver, las ranas son animales muy interesantes. Sin embargo, hoy en día están desapareciendo y la salud de nuestro planeta depende de que les demos la importancia y protección que se merecen. Cuidando la salud de nuestras fuentes de agua, controlando la contaminación y educando a nuestras nuevas generaciones podemos hacer la diferencia por estos anfibios.

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