6 pasos para calmar un berrinche

Hoy vino a mi memoria una publicidad belga de preservativos, muy graciosa, en la que se ve a un papá comprando en el supermercado junto a su hijo.

En un momento el niño pone en el carrito unos dulces; al hombre no le parece bien y los devuelve a la góndola. El chico insiste, su padre no accede, y así, un par de veces hasta que el pequeño se pone a gritar, patalear y lanzar productos como un loco por el aire, mientras la gente echa una mirada inquisidora sobre el pobre padre, que se siente absolutamente abochornado. El mensaje final es: “Usa preservativos”.

[Relacionado:Redshirting, ¿está listo tu hijo para el jardín de niños?]

Es fácil identificarse con esa escena porque es común que nuestros vástagos hagan berrinches, especialmente entre los 2 y los 5 años. Sin embargo, aunque no estamos nada arrepentidos de haber tenido hijos, cuando no terminamos de manejar correctamente ciertas situaciones llegamos hasta a estresarnos. Solo nos gustaría tener la fórmula mágica para poder controlarlos y así evitar esos terribles momentos que nos hacen padecer los pequeños demonios.

Lamentablemente no existen fórmulas mágicas, pero si hay maneras o modos de actuar que ayudan a apaciguar los ánimos, tanto de los hijos como de los padres.

En esta nota te contamos los pasos clave para apagar el volcán en erupción.

Om….

1- No perder la calma: cual monje tibetano, debemos concentrarnos para no salir de nuestro eje. No olvidemos que lo que nos importa es calmar el berrinche; entonces, responder con otro desborde puede provocar una situación más caótica. Por otra parte, debemos desdramatizar porque sabemos que al niño no le está sucediendo nada grave, sino un simple arranque de ira, un capricho. En general, la angustia se trasmite de otra manera. Un desborde está hablando de que se han perdido los bordes, es decir, los propios límites. La idea es volver a dibujarlos sin perder la paciencia y evitando gritos o castigos, mucho menos aún si son físicos.

[Relacionado: Consejos para organizar la casa con tus hijos]

2- Sacarlo de la escena del crimen: cuando el aire ya está viciado, lo mejor es correrlos del lugar. Ir en busca de otro espacio renovador para que el niño vuelva en si y se detenga a pensar por qué llegó a ponerse tan nervioso. A veces es bueno quedarse en silencio a su lado, hasta que retome la calma.

3- Hablarles con serenidad: aunque les parezca inútil charlar en ese momento, deben intentar abrir el diálogo. Lo mejor es preguntarle qué le sucede, y por qué actúa de esa manera. La idea es que trate de explicarlo con palabras y no con golpes o llanto. Luego, deben aclararle con firmeza, pero siempre en un tono apacible, por qué no puede hacer lo que quiere. Sin tenerle lástima, pero sin maltratarlo. El consejo es usar pocas palabras, sólo las necesarias.

4- Escucharlo: si preguntamos tenemos que estar predispuestos a enterarnos de lo que quiere. Pero siempre que se calme y pueda expresarlo con palabras. Si continúa con los gritos, le diremos que esa no es la forma de entenderse y que cuando se calme será escuchado.

5- Distraerlo: si aún es muy pequeño y sabemos que determinadas situaciones son propicias para los berrinches (por ejemplo, ir al pediatra), lo mejor es ser previsores y tener a mano algo que pueda distraerlo. Por ejemplo, un juguete, un librito o algún dulce. Quitar el foco de atención es una buena estrategia para que se olvide de su objetivo.

6- Negocios son negocios: una vez que el niño ha expresado lo que desea, si es algo posible de complacer podemos intentar negociar con él o darle opciones; explicándole que ese no es el momento indicado pero cuando llegue a casa podrá tenerlo. Eso si, hay que cumplir con las promesas porque de lo contrario este recurso durará poco.

[Relacionado: Consejos para organizar la casa con tus hijos]

De todas maneras, los padres tienen que saber que este tipo de reacciones son comunes durante la etapa en la que su vocabulario es más limitado. De a poco, irán adueñándose del lenguaje y esos ataques de ira se irán diluyendo. Si ven que persiste, lo mejor es consultar con un especialista.

Fuente: www.beatpsicologia.com y www.infanciaycrianza.com.ar

¿Quieres ver el berrinche monumental?