Consejos para organizar la casa con tus hijos

Con uno te parecía complicado, pero ahora que nació el más pequeño suena casi imposible mantener la cordura y la casa en orden al mismo tiempo. Es una idea utópica que las actividades cotidianas se compaginen naturalmente, sin tener que correr u olvidar algo por el camino.

Consejos para organizar la casa con tus hijos / Foto: Thinkstock
Consejos para organizar la casa con tus hijos / Foto: Thinkstock

Las mujeres-madres que trabajamos tenemos tantas demandas cada día, que muchas veces terminamos mareadas sin saber por dónde empezar.

¡Basta de estrés! En esta nota te regalamos unos secretos para mostrarte que organizar la casa con los hijos es más sencillo de lo que piensas.

Con hijos pequeños

Recuerdo que cuando tuve a mi segunda niña, mi terapeuta insistía en que para irme tranquila a trabajar era fundamental tener una buena organización en casa. “Nuestro primer objetivo- me decía- será encontrar a alguien de confianza para que cuide a las niñas”. Parecía tan básico y sin embargo no lo había pensado. Ella tenía razón, mi vida y la de mi familia comenzó a mejorar cuando Susana apareció en casa para darme una mano con las pequeñas.

-Charla de pareja: es importante pautar de antemano de qué tarea puede encargarse cada uno. Trata de lograr que las responsabilidades sean más o menos a la par, porque las mujeres tenemos el síndrome del pulpo y la mayoría de las veces terminamos por hacernos cargo de casi todas. Y luego vienen aquellas protestas que los maridos no desean escuchar.

-Pide socorro: en muchas ocasiones los amigos o parientes se ofrecen para ayudar, pero tememos que se entrometan demasiado o, de lo contrario, queremos protegerlos de nuestro caos. En esos momentos en que nos encontramos sobrepasadas no viene nada mal aceptar la mano de alguien que tiene tiempo para obsequiarnos. Eso sí, tu decides de qué forma y cuándo te sirve esa ayuda, para evitar malentendidos y pérdidas de tiempo innecesarias.

-Saber delegar: si tienes la posibilidad de contar con una nana o una chica que haga algunas tareas en tu casa, será un gran avance para la familia. Pero es imprescindible encontrar a alguien que puedas dejar con toda seguridad mientras no te encuentres allí, ya que se hará cargo de dos partes muy importantes de tu vida: tus hijos y tu hogar.

-Organiza rutinas: la palabra rutina suena aburrida pero, todo lo contrario, resulta muy útil para ordenarte. Cuando tienes unas cuantas cosas en la cabeza es esclarecedor saber que a determinada hora es el desayuno, el baño, la cena, etcétera.

-Hacer las compras: sería ideal que rindan para toda la semana. Has una lista de los menús que suelen comer en tu casa para no olvidar ningún ingrediente.

-El día de la cocina: usa un tiempo de tu franco para cocinar comidas que puedan congelarse y te resuelvan la organización de la semana. Ya sea para una vianda, un almuerzo, una cena o un desayuno. Si no sabes cocinar, procura encontrar una tía, una hermana o a alguien que le guste; quizá puedas darle un incentivo económico para que se entusiasme y lo tome como un trabajo.

-El hermano mayor: aunque tu niño sea pequeño, hay algunas tareas que puedes ir enseñándole. Por ejemplo, juntar su ropa sucia, poner la mesa o recoger los juguetes.

¿Y cuando son más grandes?

Por un lado las tareas parecen más sencillas porque se están independizando de a poco. Ya no tienes que limpiarles la nariz o atarles los cordones. Pero a la vez, es una etapa más difícil para darles órdenes, por eso es necesario explicarles que su ayuda es muy valiosa para ti y para el resto de la familia.

-Amanece más temprano: dejar todo para último momento termina por estresarnos. Por eso, es mejor hacer las cosas con tiempo. Si es necesario, adelanta tu despertador al menos media hora.

-Preparativos que ayudan: enséñales a los chicos a dejar listas las mochilas y la ropa de la escuela el día anterior.

-No acostar tarde a los niños: es un grave error en el que solemos caer los padres. Y, por lo general, es uno de los motivos que desencadenan nuestra desorganización y el malhumor matutino de toda la casa.

-Noción de responsabilidad: sin dejar de controlarlos desde atrás, es bueno enseñarles a todos los hermanos que el más grande debe ayudar al más chico (por ejemplo, a vestirse, abrochar los cordones o hacer la tarea de la escuela).

-Un buen aliciente: siempre que los chicos cumplan con sus consignas felicítalos, para incentivar que lo sigan haciendo.

-Asignar tareas: a medida que crecen pueden ayudar con ciertas ocupaciones, como fregar los platos, hacer la mesa, sacar de la mesa o preparar el desayuno.

-Pegar cartelitos recordatorios: dan muy buenos resultados. Algunos con las reglas claras de cómo manejarse y comportarse en casa, y otros que refresquen su memoria. Acá, una idea… Cinco minutos de tu ayuda son 10 que gana mamá para estar más tiempo contigo.

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