Relaciones peligrosas: las adolescentes y sus amigos virtuales

Por: Verónica Ortega

Cerca de un tercio de las adolescentes estadounidenses establecen contacto en persona con extraños que conocen por internet, y éstos podrían ser peligrosos. Una buena comunicación con los hijos es esencial para reducir el riesgo.

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Conducta arriesgada

Un reciente estudio avalado por los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. y publicado en el Diario de Pediatría, analizó por más de un año la actividad en línea y fuera de internet, de más de 250 adolescentes entre los 14 y 17 años de edad. La investigación reveló que 30% de ellas pasaban de los encuentros en línea a los encuentros en persona, con individuos que conocían únicamente por internet, y a quienes dejaban de percibir como extraños, tras varios meses de interacción virtual.

Jennie Noll, Directora de Investigación en Medicina Conductual y Psicología Clínica en el Centro Médico Infantil de Cincinnati, y líder del proyecto, señaló que de acuerdo con el estudio, las chicas con una historia de abuso físico o sexual, así como de situación de abandono, con problemas de conducta o emocionales, son más propensas a estos encuentros. Del mismo modo, se detectó que las adolescentes con dicho perfil, tienden a presentarse en línea de forma particularmente sugerente o provocativa, lo que propicia que reciban más insinuaciones sexuales de sus contactos.

“Dicha situación tiene implicaciones riesgosas”, mencionó Noll, al explicar que muchos de estos sujetos, buscan aprovecharse de estas adolescentes, por lo que las invitan a un encuentro cara a cara.

¿Es posible reducir la amenaza?

La especialista puntualizó que, si bien las estadísticas muestran que la mayoría de los encuentros que se realizan en línea son beningnos, siempre está latente el riesgo de que las adolescentes den el paso hacia las reuniones en persona. Y, aunque los filtros y el control de los padres no parecen hacer mucho para aminorar la tendencia a este comportamiento, el monitoreo de la conducta de los hijos y especialmente la comunicación abierta con ellos, sí puede ayudar a reducir los riesgos.

Noll sugiere a los padres tener cuidado de que su intervención genere que los hijos actúen a escondidas, ya que lo que debe buscarse es que puedan conversar sin vergüenza o acusaciones.

El Dr. Jonathan Pletcher, Director de Medicina Adolescente en el Hospital Infantil de Pittsburgh, señaló que lo más importante es saber detectar en los hijos las señales de que algo está pasando para acercarse a ellos oportunamente. Asimismo, establecer desde temprana edad reglas y parámetros del uso de internet, pero sobre todo, ayudarles a aprender qué relaciones son seguras y con cuáles hay que ser precavidos.

Fuente: MedlinePlus, portal de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. (nlm.nih.gov/medlineplus)

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