Yahoo Estilo Nación de mujeres
Cuando el bueno de Francisco de Orellana (1511-1546) zarpó en busca de tierras desconocidas, nunca imaginó lo que iba a encontrar al toparse con el Imperio Inca. Cuentan las epopeyas de esa época, una tradición oral que se mantuvo a instancia de algunos pocos sobrevivientes de aquellas expediciones de conquista, que los bravos y curtidos hombres al mando del explorador español tuvieron que soportar el asedio beligerante de grupos de guerreros indígenas quienes eran comandados por mujeres altas y fuertes, armadas con arcos y flechas, con inmensas mazas de piedra y troncos plagados de espinas, que los atacaban desde las orillas del legendario río Amazonas.
Se narra que uno de los aborígenes fue hecho prisionero por los españoles y después de interrogarlo —imaginen en qué circunstancias y con qué métodos— supieron del poder de esas intimidantes damas. Se trataba de señoras de más de 50 aldeas donde los hombres cumplían funciones de sirvientes y esclavos, y sólo se les permitía acercarse más de lo estipulado para ser fecundadas. Cualquier semejanza con hechos de la realidad es pura coincidencia…
Así, entre el agotamiento y las enfermedades sufridas por los conquistadores dentro de la atemorizante selva, nació la leyenda de las “Amazonas”, muy parecido a la mitología griega.
Las historias de la cultura helénica relatan la presencia de una nación de mujeres guerreras. Según el cronista de la antigua Grecia, las combatientes se ubicaban al sur de Rusia, en las proximidades del Mar Negro o incluso al norte de África. La palabra “Amazonas” estaría formada por el prefijo “am” que denota carencia o falta de, y “mastos” que significa senos. Las memorias hablan de niñas a las que se les amputaban los pechos o se los ataba con cueros muy tirantes y ajustados para imposibilitar su desarrollo y de ese modo simplificar las maniobras de combate.
Según los investigadores, las tribus femeninas capturaban hombres para forzarlos a convivir con ellas hasta que quedaban embarazadas. Luego los expulsaban de su territorio y si el caballero no un hubiera hecho los suficientes méritos para ser desalojado, lo mataban. Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia…
El ensayista e historiador colombiano Germán Arciniegas transcribió un texto del descubridor Alvar Núñez Cabeza de Vaca (1490-1557) en el que describía: “Hacia el noroeste habitan mujeres reunidas en grandes pueblos. Su reina es una mujer. Muy cerca se encuentra una nación de pigmeos.” ¿Habrá esta historia dado origen al inquietante cuento animado de ‘Blancanieves y los siete enanos’?
Aún recuerdo la fascinación de mis hermanas en su niñez al ver la serie televisiva “La Mujer Maravilla”, la superheroína ficticia creada por la editorial DC Comics. El personaje era una princesa guerrera de las amazonas y conocida en su terruño como la princesa Diana de Themyscira. Mientras estaba fuera de su tierra natal, utilizaba una identidad secreta: Diana Prince. Ella estaba dotada de poderes sobrehumanos y habilidades de combate de batalla superiores, gracias a sus dones adquiridos de los dioses.
Invito a mis lectores a imaginar una nación gobernada exclusivamente por mujeres, quienes utilizarán todos sus defectos y cualidades consideradas femeninas para guiar los destinos de tal país, un estado pulcro, ordenado y brillante de limpieza cuya ostentación del color rosa haría descomponer al más resistente de los varones. Imaginen las características propias de los medios periodísticos de esta fantaseada nación y su peculiar programación televisiva cargada de novelas románticas.
Más allá de lo que podamos suponer, existen estudios científicos que tienden a asegurar que cuanto más cerca de la línea de Ecuador se encuentra un país, mayor será la probabilidad de que sus mujeres den a luz niñas en vez de niños. ¿Será cierto? Y si fuera así, ¿estaremos en los albores de la dominación femenina de toda la banda central del globo terráqueo? Conjeturas…
¿Qué te parece?
@Sebas4nier
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