Señora de nadie

Dudo que el pintor Pablo Picasso haya dado muchas vueltas acerca de si convenía que las damas de su célebre cuadro "Las señoritas de Avignon" fueran casadas o solteras, señoras o señoritas. ¡Las pintó, las nombró y listo! Ahora si su público se dedicó después a hacer todo tipo de conjeturas en torno al estado civil y el recato de esas mujeres, ese es otro cantar y poco importa a esta altura de la historia del arte.

Señora de nadie / iStockphoto
Señora de nadie / iStockphoto

El debate sobre la carga social de uno u otro sustantivo lleva siglos y aún no se ha terminado. Salvo en Francia, donde desde hace unos pocos días las mujeres ya no deberán elegir más entre ser mademoiselle o madame a la hora de completar un formulario público.

El gobierno francés ha dictaminado que las reparticiones oficiales eliminen la casilla mademoiselle, es decir, "señorita", de todos sus papeles por considerar que el equivalente de "señor" es "señora", independiente de su estado matrimonial. Incluso, a partir de ahora, el uso del distintivo ni siquiera se podrá utilizar en las cartas que se envíen por correo…

Las asociaciones feministas festejaron la decisión por considerar que lo otro era una práctica discriminatoria tendiente a "marcar" a la mujer con su estado civil.

Una batalla ganada. Quedará para otro momento la pelea por el uso obligatorio del apellido del esposo a la hora de contraer matrimonio. Eso de ser "la señora de…." es una forma nada sutil inventada por nuestros antepasados para señalar que las mujeres cambiaban de dueño al casarse: del padre al marido.

Un dato magnífico: John Lennon, cuyo nombre original era John Winston Lennon, cambió sus apellidos en 1969. Pasó a ser John Ono Lennon. Una declaración más de amor para su polémica esposa, Yoko Ono. Otra oportunidad del beatle para revelarse contra este tipo de cepos sociales.

¿Crees que las mujeres deben dejar de portar en sus documentos el apellido de casada junto al de nacimiento? ¿Por qué?

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