Se viene un cambio de escuela, ¿cómo darle la noticia?

Los niños se adaptan más rápido a los cambios que los adultos… ¿Es realmente así?

Se viene un cambio de escuela, ¿cómo darle la noticia? - Thinkstock
Se viene un cambio de escuela, ¿cómo darle la noticia? - Thinkstock

Mi madre lo ha dicho toda la vida y aún lo sigue repitiendo, pero creo que no estoy del todo de acuerdo. A mí me cambiaron alrededor de 5 veces de escuela y tuve que afrontar las consecuencias como pude. Porque aparentemente para mis padres no era un motivo de gran importancia- también es cierto que era otra época-. Sin embargo, yo lo sufría. Cada vez que comenzaba el año y veía esos inmensos patios llenos de chicos desconocidos, que correteaban y te llevaban por delante, y de adultos extraños que imponían normas -nuevas para mí-, la garganta se me hacía un nudo. Tenía ganas de llorar y de volver a los brazos de mis progenitores, pero debía aguantarme estoicamente porque al resto de los compañeros no se los veía ‘quejarse’.

[Relacionado: Retoma la rutina]

Pensándolo a la distancia, ahora que soy madre, me di cuenta de que no fue nada fácil para mí enfrentar esos momentos. Creo que no se trata de un tema menor y, tal vez por eso, cuando se me cruza la idea de cambiar a mis niñas de establecimiento me resulta imposible.

No hay que dramatizar, ya lo sé. A veces no queda otra opción. Pero mi idea es que quizás con algunas estrategias podamos lograr el mismo objetivo sin que para ellos signifique algo traumático.

¿Cómo decírselo?

Si hay que cambiarlos de escuela, cualquiera sea el motivo (por vivir en otra de ciudad, se viene la mudanza, un mal momento económico o no es el establecimiento que los padres desean para sus hijos), la decisión debe ser tomada absolutamente por los adultos. Recién cuando están seguros, es el momento en que deben comunicárselo a los niños, con la mayor naturalidad y claridad posible. De todas maneras, el miedo a lo desconocido siempre puede aparecer. La situación no es sencilla, pero si más tranquilos nos mostramos los mayores menos miedos les trasmitiremos a los chicos. Si de lo contrario, aún hay dudas con la decisión, esto puede afectarlos y angustiarlos.

-Resuelto el primer paso , es aconsejable involucrarlos en el momento de buscar una escuela. Si ya estaba elegida por sus padres, entonces pueden planear una visita para que conozcan el lugar y a los directores y maestros. En caso de que quede muy lejos por tratarse de un cambio de ciudad, es posible buscar información por Internet, para que de a poco se vayan familiarizando con el lugar.

[Relacionado: 5 estrategias para mañanas sin estrés]

-A la hora de elegir: resulta provechoso que tengan un proyecto indicado para ese niño (por ejemplo, una línea más artística o mucho deporte, que no sea muy masiva, etcétera), es decir encontrar un contexto en el que él pueda sentirse más cómodo.

-Destacar el lado positivo: más allá de que sabe que va a extrañar ciertas rutinas, podemos marcar los puntos a favor que va a tener a partir del cambio. Por ejemplo, más y nuevos amigos (que se sumarán a los que ya tiene), la cercanía del lugar (implica menos horas de viaje) o alguna materia interesante que la otra escuela no ofrecía.

-Facilitar el comienzo: debemos tener todo listo y ordenado con anticipación, para que de a poco se vaya entusiasmando. Los materiales y libros que requiere el maestro, el uniforme y la mochila, porque si le falta algo puede sentirse incómodo en el aula.

-Acompañarlo en su primer día: lo ideal es que se sienta contenido por sus padres para tener un mejor comienzo. Es beneficioso que también puedan estar a la salida para poder intercambiar experiencias, que comente cómo le fue, a quiénes conoció, qué le gustó y qué no le agradó tanto. Es posible que al principio haya algunas quejas.

-Congregar a los amigos: en lo posible, es importante mantener los compañeros que ya tenía. Además, brindarle la oportunidad de que se acerque a sus nuevos compañeros. Por ejemplo, organizar una reunión en casa con un grupo de chicos, invitar a alguien que le caiga bien al cine, inscribirlo en una actividad extraescolar de la institución.

[Relacionado: ¿Cómo elegir la mochila adecuada?]

-Participar de las propuestas: si la escuela ofrece actividades para padres, es bueno que los adultos también se integren. De esta manera, irán conociendo mejor el grupo humano y pueden descubrir intereses en común, que luego repercutirán en los chicos. Asimismo, es necesario acudir a las reuniones propuestas por la escuela.

-No es de la noche a la mañana: integrarse a la escuela puede llevar su tiempo, en algunos casos más que en otros. Pero es preciso mantener un diálogo constante con los chicos para que se sientan respaldados y puedan integrarse mejor. Escucharlos y darles confianza es una buena forma de que comiencen a mirar los cambios con otros ojos.

Mira también: