'Topless' en Río

Juro que recorrí los sitios web de noticias de punta a punta buscando información sobre la protesta a favor del topless que tuvo lugar hoy en las playas de Río de Janeiro. Y que las fotos le ganaron a las palabras. Las curvas femeninas son, sin duda, mucho más vendedoras, ¿no?

Hoy, 21 de enero, hubo una manifestación en Río de Janeiro a favor del topless femenino en la playa / Foto: AP Photo - Silvia Izquierdo
Hoy, 21 de enero, hubo una manifestación en Río de Janeiro a favor del topless femenino en la playa / Foto: AP Photo - Silvia Izquierdo

Me enteré gracias a estas imágenes que además de las chicas “rebeldes” sin la parte superior del corpiño de su malla, había otras protestando por lo mismo pero con una camiseta con la consigna impresa “Free” y una ilustración en blanco y negro de un buen par de senos.

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Supe también que todas las que querían lucían coronas de flores en sus cabezas, como para darle a la movida un toque más sixty, más hippie, solo tenían que acercarse al tumulto de garotas y fotógrafos y pedírselas a los organizadores.

Y que, por alguna extraña razón, las manifestantes de Topless in Rio tapaban sus "lolas" con la palma de las manos antes de posar para la foto. ¿No era que las querían mostrar?

Paradójicamente, algunas de las protestantes se cubrían los senos con las manos. / Foto: EFE - Antonio Lacerda
Paradójicamente, algunas de las protestantes se cubrían los senos con las manos. / Foto: EFE - Antonio Lacerda

Más allá de las ironías, debo reconocer que desconocía hasta el momento que en Río de Janeiro estaba prohibido el topless. ¡Si tienen carnaval! ¡Y es el más osado del mundo! Y que quienes se destapan a pesar del reglamento, pueden ser multadas con entre tres y un año de prisión.

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Tampoco sabía nada acerca de que este movimiento por la “liberación playera” de la mujer fue iniciado en Facebook en el 2013 por la periodista Ana Paula Nogueira. “No me interesaba reunir 8000 mujeres, como sucedió, sino que el asunto sea debatido”, dijo en declaraciones a la prensa sorprendida por el éxito de la manifestación.

Festejo la iniciativa porque logró lo que buscaba, hacer público lo inconcebible. Pero lo que no me termina de cerrar es que el justificativo publicitado en la ocasión para que las mujeres podamos tomar sol como queremos, sin prohibiciones arbitrarias de por medio, provenga del feminismo rabioso. Ese que lejos de festejar el paso dado y continuar con su lucha, sale a la playa a quejarse porque, como también se dijo en esas arenas, “la medida es considera un agravio comparativo con los hombres, quienes no están obligados a respetar dicha norma”. Chicas, aquí el tema no es la igualdad. Si lo que queremos es ganar la partida, retomemos el "¡Viva la diferencia!"

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¿Te parece bien o mal que existan restricciones para el topless en las playas de Río de Janeiro?

 

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