Padres y madres de hoy

La forma en que las madres y los padres distribuyen su tiempo ha cambiado drásticamente en el último medio siglo. Los papás están haciendo más trabajo doméstico y de cuidado infantil; las mamás más trabajo remunerado fuera del hogar. No han llegado aún al extremo de superarse en sus “reinos” tradicionales, pero ahora sus funciones son convergentes, según un nuevo análisis del Pew Research Center de datos a largo plazo sobre el uso del tiempo.

En mi caso, a la hora de criar a nuestra hija y de las tareas del hogar, siempre buscamos que hubiera un reparto de tiempo y tareas lo más simétrico posible. No diré que fue sencillo, porque aunque los tiempos han cambiado muchos hombres siguen resistiéndose a la equidad. Pero al final más o menos lo logramos. El acento lo pusimos en nuestra hija: durante sus primeros 4 años yo no trabajé.Después buscamos que siempre estuviera presente uno de nosotros.

Según el análisis de la consultora mencionada, el 56% de las madres que trabajan y el 50% de los padres trabajadores dicen equilibrar responsabilidades les resulta muy o bastante difícil. Evidentemente, no hay una diferencia de género significativa.

Muchas cosas han cambiado, las mujeres hemos hecho grandes avances en la educación y en el empleo, y esto ha repercutido sobre la vida familiar.

"Las tendencias en el uso del tiempo que se remontan a 1965 -dice el análisis-muestran claramente cómo el aumento de la participación de la mujer en la fuerza laboral ha afectado la cantidad de madres que dedican tiempo al trabajo remunerado. En 2011, las madres han invertido, en promedio, 21 horas a la semana al trabajo remunerado, frente a ocho horas en 1965."

Me parece muy bien, aunque mi conclusión es que si las cuestiones domésticas se reparten de este modo, la crianza de los hijos también será restringida. Hoy muchos niños pasan más tiempo en manos de terceros (baby-sitters, maestros, ect.) que con sus propios padres.

Mi amiga Natalia, por ejemplo, tuvo su primer bebé hace 6 meses, durante los cuales prefirió no trabajar. Su marido, Marcos, y ella tienen un buen pasar económico. Pero ahora ella se ha reincorporado a su tareas laborales y su hijo, Agustín, queda durante todo el día en casa de su abuela.

No hay recetas perfectas. Cada quien busca adaptarse a lo que le toca. Pero me parece que es imprescindible reordenar prioridades.

¿Tú cómo te organizas?

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