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Leche de castañas: sana y llena de energía.

El castaño (Castanea sativa) es un árbol muy longevo, que llega a medir hasta veinte metros de altura. Se desarrolla en zonas sombrías y de clima lluvioso; florece en los meses de mayo y junio, y sus frutos (la castaña) están listos para el mes de octubre. El origen de este árbol es confuso, pero sí se sabe que su fruto formó parte importante de la dieta de los pueblos del sur de Europa, sureste asiático y Norteamérica. En la Edad Media, por ejemplo, en el sur de Europa utilizaban las castañas como fuente de carbohidratos cuando escaseaban los cereales. Preparaban un pan llamado “pan de árbol”, al que le sustituían la harina tradicional por harina de castaña.

Beneficios de la leche de castañas
Beneficios de la leche de castañas

A continuación hablaremos de un producto muy benéfico derivado del fruto seco del árbol castaño: la leche de castañas. Actualmente, es cada vez más fácil encontrar un amplio y creciente surtido de leches vegetales, las cuales son una gran alternativa para sustituir el consumo de leche de vaca. Estas leches resultan muy buenas para aquellas personas que padecen de colesterol alto, por ejemplo, quienes pueden optar por beber alguna de estas variantes vegetales y que además de todo, en general aportan nutrientes diferentes pero igualmente interesantes para el organismo.

La leche de castaña es una bebida vegetal que se obtiene mezclando castañas molidas con agua. Cada 100 gramos te aportan:

Su consumo puede ayudarnos a:

Su preparación es muy sencilla; los ingredientes son: un vaso de castañas peladas, bien molidas, y dos vasos de agua. Licúa perfectamente las castañas, agregando la cantidad de agua de acuerdo a lo líquido o espeso que quieras que quede la leche de castañas.

Este es un alimento ideal para todas las edades; no dudes en probarla, es una fuente inmejorable de energía.

Recuerda… ¡tú generas el cambio!