Incorpora una siesta a tu rutina diaria.

En el siglo XI, el abad de Nursia, en la región italiana de Umbría, San Benito impuso la regla de “reposo y tranquilidad a la hora sexta”, con la cual todos los religiosos debían recostarse en sus camas, en total silencio, con la finalidad de descansar y retomar energías para el resto del día. Poco a poco, la costumbre se extendió entre monasterios y poblaciones, y se le comenzó a llamar comúnmente “siesta”, palabra que proviene del latín “Sixta”, que significa “la sexta hora del día”, lapso de tiempo comprendido entre las 12:00 y las 15:00 horas del día.

Razones para tomar una siesta
Razones para tomar una siesta

Después de comer, la sangre baja del sistema nervioso hacia el sistema digestivo para ayudar a digerir los alimentos; esto causa una somnolencia, de ahí que la siesta sea, hasta cierto punto, un efecto natural de nuestro organismo.

La siesta es una costumbre muy arraigada en Europa, en donde encontramos que un 22% de los alemanes la incluyen en su vida diaria; le siguen cerca de un 15% de italianos, un 14% de británicos, un 9% de españoles, y al final, encontramos a los portugueses con un 8%.

  • Debes saber que esta costumbre tan antigua puede llegar a ser el mejor reparador natural con el que cuentes. Lograr descansar entre quince y veinte minutos después de la comida relaja tu cuerpo, despeja tu mente y te recarga de energía. En otras palabras, la siesta representa un sueño reparador. De hecho, en los Estados Unidos, en el año de 1999, el profesor William Anthony de la Universidad de Boston instauró el 14 de Marzo como el día Nacional de la Siesta, y desde entonces así se celebra. El profesor buscaba concientizar a la sociedad de la importancia de tomar una siesta y de las ventajas y beneficios que ésta puede brindar. Dentro de los últimos podemos mencionar que:

  • Previene el envejecimiento prematuro: funciona como un antiarrugas muy efectivo,regenera la piel y hace que esta luzca más fresca y luminosa.

  • Reduce las posibilidades de padecer problemas cardiacos: disminuye la tensión arterial y el ritmo cardiaco.

  • Ayuda a reducir el estrés y la tensión: el simple hecho de escapar por unos minutos del   ajetreado trabajo, ayuda a relajarte.

  • Mejora la digestión.

  • Incrementa tu creatividad y la capacidad para resolver problemas: después de una siestaocurre una explosión de actividad en el hemisferio derecho de tu cerebro, el cual es el lado   más ligado a la creatividad. ¿Te ha sucedido que de repente despiertas con la solución a unproblema que te venía preocupando?; a esto se debe.

  • Aumenta tu estado de alerta: una publicación del Harvard Health Publications realizó un estudio a doscientos integrantes de tripulación de líneas aéreas; un grupo de ellos tomó una siesta de cuarenta minutos y otro grupo no la tomó. El estudio reportó mejores medidas de vigilancia y alerta en el grupo que sí tomó la siesta.

  • Mejora la memoria y el aprendizaje: exploraciones de resonancia magnética funcional han demostrado que la actividad cerebral es más alta en aquellas personas que toman una  siesta diaria en comparación con los que no lo hacen.

  • Mejora el humor y nos hace ser más positivos: sin duda, la siesta es una inyección de energía. Piensa en lo molesto que se siente un niño cuando no ha dormido; es lo mismo que siente un adulto: somnolencia e irritabilidad.

  • Incrementa la productividad: una siesta corta puede ser como la ignición que necesitanlos empleados para terminar el día de manera adecuada, cumpliendo con sus objetivos.

 

Para poder disfrutar de estos beneficios, es importante que la siesta nunca sobrepase los treinta minutos, ya que los resultados podrían ser contraproducentes. Lo ideal es dormir entre quince y veinte minutos. Busca un lugar tranquilo y silencioso, quizá un sofá o un buen sillón; si no tienes un buen reloj biológico, te recomiendo que utilices una alarma para que no se te pase el tiempo.

Recuerda… ¡tú generas el cambio!