Guerra al mal aliento

Thinkstockphotos
Thinkstockphotos


Texto: Verónica Ortega

Un día de mal aliento puede pasarnos a todos, pues son muchos los factores y alimentos que lo provocan. Para mantenerlo a raya es esencial conocer a los enemigos del aliento fresco y saber cómo actuar en caso de presentarlo.

La halitosis, mejor conocida como mal aliento, es muy embarazoso y puede aparecer lo mismo por ciertos alimentos, que por sequedad en la boca y determinados medicamentos. También por fumar, tener infecciones bucales, padecimientos gástricos u otras enfermedades.

Si te ha sucedido de vez en cuando, averigua cómo remediarlo. Si te ofrecen mentas frecuentemente, sueles tener un mal sabor de boca o estás consciente de que lo presentas de manera habitual, consulta a un médico.


¿Qué alimentos causan mal aliento?

De acuerdo con la Asociación Dental Americana, los alimentos que lo propician tienen componentes de olor que, al entrar en el torrente sanguíneo son transferidos a los pulmones de donde son exhalados. Otro motivo puede ser que queden partículas de alimentos fibrosos o pegajosos en la boca, éstos recolectan bacterias que a su vez causan halitosis.


Conoce a algunos culpables:

Alimentos altos en sulfato, como el ajo, la cebolla, el brócoli o la col, así como, pimientos, chiles, curry y algunas otras especias.

Alimentos ricos en proteínas. Los lácteos, quesos, carnes y frijoles entran en esta categoría.

Alimentos rebosantes en azúcar como dulces o refrescos, que además pueden generar placa en los dientes, lo que afecta la salud bucal y fomenta el mal aliento.

Alimentos ácidos. El cambio en el PH de la boca, que producen alimentos como café, limón, naranja, toronja, piña, vinagre, jitomates, chiles, carne y huevo, puede hacer que las bacterias se reproduzcan más rápidamente, provocando mal aliento.

Bebidas alcohólicas. Impregnan la boca de su característico olor, que llega a resultar desagradable.

¿Qué remedios pueden ayudar?

Ante todo, mantener la higiene y salud bucal. Recurrir a pastas de dientes con fluoruro y propiedades antibacteriales. Lavarse los dientes después de cada comida es esencial. También lo es utilizar hilo dental, cepillarse la lengua y elegir enjuages bucales sin alcohol.

Jugo salvador. El refrescante jugo de zanahoria con espinacas y pepino, es conocido por ayudar a combatirlo.

Enjuague bucal ¡casero! Mezcla dos tazas de agua con algunas ramas de perejil y dos o tres clavos enteros, filtra para utilizar varias veces al día.

Agua y té, ¿milagrosos? El doctor Harold Katz, reconocido como el gurú del mal aliento en Beverly Hills, reveló para la revista Forbes que hay que tomar mucha agua para mantener la boca hidratada, así como beber té en lugar de café. Tip: Un té de hierbabuena después de la comida no sólo favorece la digestión, sino que es aliado de un aliento fresco.

Los emergentes. Masticar un chicle o chupar un caramelo sin azúcar, ayudan a estimular la producción de saliva que contribuye a limpiar la boca y mantenerla hidratada.

Recuerda visitar regularmente a tu dentista y consultarlo antes de intentar cualquier tratamiento bucal.

Fuentes: Asociación Dental Americana (ada.org), Mouth Healthy (mouthhealthy.com), Clínica Mayo (mayoclinic.com), Forbes (forbes.com), BreathMD (breathmd.com)


Quizás te interese:

¿Qué son los tics?

Cuando la autoayuda no ayuda

Los hidratos de carbono: ¿villanos de la película?