El “extraño” desayuno de Marilyn Monroe

El “extraño” desayuno de Marilyn Monroe

En 1952, la revista Pageant dio a conocer una entrevista con una de las figuras emblemáticas de Hollywood, Marilyn Monroe, que en ese entonces tenía 26 años. La joven estrella proporcionó detalles de su alimentación y algunos datos sobre cómo se mantenía en forma. Hoy, más de 60 años después, esas revelaciones causan revuelo por la peculiaridad de los hábitos de esta mujer inolvidable.

Marilyn Monroe, ícono de belleza femenina. Foto: Getty Images.
Marilyn Monroe, ícono de belleza femenina. Foto: Getty Images.

Proteínas para arrancar el día

Me han dicho que mis hábitos son absolutamente extraños, pero no lo creo”, declaraba la actriz a Pageant, tal como recopila el blog Danamo’s Marilyn Monroe Pages. Tal vez había algo de cierto, ya que en esa época no eran costumbres muy comunes.

En la década de los ‘50 aún no existía la hoy popular dieta paleolítica que, de acuerdo con el portal de salud WebMD, consiste en consumir grandes cantidades de carnes magras, pescado, huevos, vegetales y grasas saludables. Sin embargo, los hábitos alimenticios de Monroe rozaban los de este régimen.

Su desayuno, descrito por ella misma en Pageant, era rico en proteínas. “Comienzo a entibiar una taza de leche; cuando está caliente, agrego dos huevos crudos, revuelvo con un tenedor y la bebo mientras me visto. Complemento esto con una píldora multivitamínica”, describió. Y agregó: “Dudo que algún médico pueda recomendar un desayuno más nutritivo para una chica trabajadora que tiene prisa”.

Una dieta proteica podría ayudar a controlar el apetito, según WebMD; tal vez eso propiciaba que Monroe comiera nuevamente recién por la noche, ya que en la entrevista en cuestión no menciona el almuerzo o la merienda.

El salto hasta la cena

“Mis cenas son sorprendentemente simples. Cada noche me detengo en el mercado y compro bistec, chuletas de cordero o hígado, que aso en el horno eléctrico. Suelo comer cuatro o cinco zanahorias crudas con mi carne, y eso es todo”, detalló la diva a la revista, de acuerdo con el blog mencionado.

Con un consumo mínimo de vegetales y carbohidratos, y muchas proteínas, la actriz pudo mantener su peso controlado. Sin embargo, de acuerdo con la Asociación Estadounidense del Corazón, las personas que hacen este tipo de dietas durante un largo período no obtienen suficientes vitaminas y minerales, y podrían enfrentan otros riesgos potenciales para la salud.

Un poco de indulgencia

No todo era riguroso en la dieta de Monroe, pues dejaba un margen para el placer. “Es algo bueno, supongo, comer de manera sencilla durante el día, pues en los últimos meses he desarrollado el hábito de parar en la heladería y comprar un hot fudge sundae camino a casa, después de mis clases nocturnas de teatro. Estoy segura de que no podría permitirme esa indulgencia si no fuese porque mi dieta normal está compuesta casi totalmente de alimentos proteicos”, declaró.

En la actualidad, existe de hecho una dieta llamada 80/20, que consiste en elegir alimentos sanos el 80% de las veces, y el 20% restante consumir tus dulces preferidos, informa la Fundación Livestrong.

Aunque Monroe se apegaba a su dieta alta en proteínas para mantener su figura curvilínea, también le gustaba disfrutar de una buena comida en los restaurantes más reconocidos de su época, de acuerdo con el portal gastronómico Los Angeles Eater.

¿Qué opinas de la dieta de una de las mujeres más hermosas de la historia?