Cuidado: cosas absurdas que haces cuando estás decepcionada
La decepción es una mezcla de sentimientos de tristeza y rabia que experimentamos al sufrir una desilusión, cuando los resultados ante un evento no son los que esperábamos. Puede ser causada por familiares, amigos, trabajo o incluso por ti misma, cuando no logras lo que te propones. Es una emoción que seguro has experimentado anteriormente y como las probabilidades de volver a sufrirla son muy altas, es importante que aprendamos a reaccionar ante una situación así.
El sentimiento de decepción puede ser leve, por ejemplo, cuando nuestro equipo favorito de fútbol pierde o puede ser mucho más intenso, como cuando has estado trabajando arduamente en un proyecto al que le tienes toda la fe del mundo y resulta que no es evaluado así y todo se desmorona.
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Aquí mencionaremos algunos comportamientos que es común tener ante una desilusión y que no precisamente son los más adecuados; al final podríamos arrepentirnos de haber actuado así.
-Hablar de más: ante una sensación de decepción y la frustración que esta ocasiona, es normal que se responda de una manera impulsiva y sin reflexionar, lo que nos lleva a hablar de más, a decir cosas sin pensar, ocasionando sin duda que digas lo que realmente no sientas y lo único que logras con esto es agrandar el problema.
-Gritar: es quizá una manera de sacar la frustración; en el momento puede ser una reacción para sentirte mejor ante el problema, pero en realidad no mejorará en nada la situación.
-Ofender: aparentemente es una manera de desahogo ante el problema, pero en realidad no funciona en lo absoluto, ya que con esta actitud afectas tu salud emocional y la de los involucrados en el problema. Piensa que al ofender solo agredes, humillas y rebajas a las personas, pero no resuelves nada.
-Beber: tras una decepción, sobre todo amorosa, es una de las acciones más comunes de hacer para sacar la frustración y el coraje; sin embargo, se le considera una actitud absurda, ya que el reaccionar de esta manera solo puede complicar más la situación, ocasionando problemas más graves, como lo es la depresión.
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-Oídos sordos: ante una decepción, las personas implicadas en el problema siempre buscan tener la razón; sin embargo, el insistir en tener la verdad absoluta hace que la otra u otras personas se pongan más a la defensiva y no quieran escuchar. Esto genera un desgaste emocional y es muy difícil llegar a un acuerdo.
Como ves, una decepción puede llevarnos a tener reacciones de las que seguramente nos podemos arrepentir pasado el momento. Pero podemos hacer algo para que esto no suceda; aquí te muestro algunos tips que te ayudarán a seguir adelante ante una decepción y a no tirar la toalla.
-Trabaja la tolerancia ante la decepción: no puedes caerte cada vez que algo no salga como tú lo esperas, eso es muy pesimista. Si te pones a pensar, la decepción es algo muy común, sucede y así es, no puedes ganar siempre. Pero piensa que pasado el momento, invariablemente tendrás mucho que ganar por delante.
-Reflexiona sobre qué papel has jugado en esa decepción: efectivamente, hay cosas que tú no puedes controlar; sin embargo, habla contigo misma, sin culpas y con toda honestidad, analiza si hay algo en lo que tú hayas influido para el resultado, y si es así y no te gusta, trata de cambiarlo.
-Expresa lo que sientes: aprende a identificar y expresar tus sentimientos; puedes escribirlos o hablarlos con amigos o familiares. Cuando compartes tus sentimientos, estos tienen menos poder.
-Recuerda lo aprendido: si es el caso, recuerda lo que has asimilado de otras decepciones vividas, piensa lo que ganaste y qué hiciste para superarlas.
-Cuídate: por supuesto que una decepción es estresante; es por eso que debes preocuparte por ti, descansa, haz ejercicio, aliméntate bien y consiéntete. Si el caso lo amerita, busca ayuda profesional.
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Debes tener claro que las decepciones son experiencias inevitables, forman parte de la vida misma. Lo importante es que estés preparada para manejarlas y superarlas de la mejor manera posible.
Recuerda… ¡tú generas el cambio!
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