Cuarzos: minerales que benefician tu salud.

El cuarzo es un mineral que se encuentra de manera abundante en la corteza terrestre; se forma a través de una fusión de agua y arena convertida en cristales después de milenios, de ahí su fuerza y cualidades. Denominado también “piedra del poder”, el cuarzo es capaz de acumular energía y liberarla en los momentos en los que se necesita. A lo largo de la historia, sabemos que este mineral ha estado presente en la mayor parte de los pueblos y civilizaciones antiguas, formando parte en rituales de todo tipo debido a sus propiedades curativas y potencial energético.

Al ser un tipo de piedra curativa, el cuarzo tiene usos variados, entre los que se destaca el atraer energía positiva a tu entorno, lo cual se puede traducir en beneficios que van desde la prevención y curación de algunas dolencias físicas y el fortalecimiento del sistema inmunológico, hasta la protección y el equilibrio en aspectos emocionales y espirituales. Lo anterior es posible gracias a la energía que este mineral posee, la cual alcanza nuestro campo magnético, limpiándolo así de impurezas y ondas negativas; el resultado de esto es la generación de un estado de serenidad y tranquilidad para nuestra mente. Así pues, los cuarzos logran potenciar la capacidad de autocuración que posee nuestro cuerpo a nivel energético.

No en vano, hoy en día este material forma parte de la estructura básica de muchos relojes, aparatos electrónicos y pilas, debido a las capacidades que poseen.

Existen diferentes tipos de cuarzos y cada uno, a su vez, posee diferentes propiedades; conoce algunos de ellos y cómo te pueden ayudar:

  • Citrino: esta piedra te permite equilibrar la confianza en ti mismo; te ayuda a salir de círculos viciosos que no te permiten avanzar. Este cuarzo tiene la capacidad de deshacer cualquier tipo de bloqueo energético que tengas a nivel espiritual o físico.

  • Cuarzo rosa: es uno de los más conocidos; se le vincula a temas amorosos debido a que proyecta el amor hacia uno mismo y, por tanto, hacia el entorno. Sirve para aumentar la autoestima y confianza en uno mismo.

  • Ágata: proporciona un equilibrio físico y mental. Su uso se recomienda en momentos difíciles, en donde te encuentras un poco perdida y requieres de un poco de ayuda extra para poder aceptar tus emociones sin juzgarte.

  • Amatista: comúnmente conocida como cuarzo púrpura, tiene la capacidad de fomentar la apertura psíquica y espiritual de una manera terrenal; esto logra potenciar aspectos de tu personalidad como la creatividad, la autoestima y la valentía, entre otros. Ayuda a purificar la energía y permite que entres en ti mismo.

  • Aguamarina: este tipo de cuarzo te ayudará a tener claridad mental, despejará tus dudas. Te brindará inspiración espiritual y calma, por lo que es una piedra perfecta para reencontrarte contigo misma y aclarar cualquier problema que haya ocurrido en el transcurso del día.

  • Lapislázuli: sus propiedades ayudan a reforzar tu mente, te hace más fuerte y logra que tus pensamientos sean más amplios y claros. Es conveniente utilizarlo cuando se atraviesa por momentos de incertidumbre, pues ayuda a que tu cerebro se abra y te hable con más claridad.

  • Cristal de roca (cuarzo transparente): es el cuarzo en su estado más puro, totalmente incoloro y sin impurezas, razón por la cual es transparente. Proporciona una perfecta armonía entre el intelecto y el espíritu, estimula la intuición y es muy indicado en casos de depresión, ya que otorga energía a la mente. También ayuda a eliminar los celos.

  • Cuarzo blanco (lechoso): conocido como el mineral por excelencia, proporciona armonía al intelecto y al espíritu. Tiene la capacidad de potenciar nuestros aspectos positivos y minimizar los negativos. Nos protege de la pérdida de energía y alivia nuestra tristeza.

Como ves, cada piedra cuenta con diversas propiedades, pero antes de poder utilizarlas es necesario que las limpies y las cargues con tu propia energía. Existen varias formas de hacerlo; sin embargo, la más habitual es:

  • Coloca tus cuarzos en un vaso de cristal transparente, lleno de agua con sal de mar (si es agua de mar, mucho mejor); déjalas reposar entre doce y veinticuatro horas, de preferencia en el jardín o cerca de una ventana.

  • Retira y seca tus cuarzos con un paño de fibras naturales.

  • Para cargar los cuarzos de energía, exponlos al sol durante todo el día (aproximadamente 12 horas).

  • Ahora déjalos toda la noche a la luz de la luna; si logras hacerlo con luna llena o nueva, mucho mejor.

  • Finalmente la piedra se cargará con tu propia energía a partir del contacto que tengas con ella.

  • Tus cuarzos están listos; guárdalos en un costalito rojo y debes llevarlos siempre contigo para que funcionen.

  • Nunca permitas que otra persona los toque, si esto sucede, tendrás que limpiarlos nuevamente.

En general, los cuarzos ayudan a purificar y a limpiar de energías negativas el cuerpo, la mente, el espíritu y el lugar donde se coloquen. Son muy indicados para controlar enfermedades que se relacionan con desequilibrios y estrés. Ahora bien, son de gran ayuda pero recuerda siempre que todo se centra en nuestra actitud.

Recuerda…¡tú generas el cambio!