Cómo saber si tengo un problema sexual

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Texto: Verónica Ortega


Para la mujer, la sexualidad está íntimamente ligada a las emociones, los sentimientos y la relación con la pareja. Otros factores como el estrés, las preocupaciones y el autoconcepto, pueden influir en su vida sexual e incluso generar problemas.

Sufrir de inquietudes o malestares en silencio, lejos de ayudar, llega a afectar su bienestar y la armonía con el ser amado. Descubre qué señales indican que es momento de buscar ayuda.


No estás sola

La sexualidad incluye una gran variedad de aspectos, desde el deseo y la excitación, hasta las caricias, el sexo oral o la penetración. Cada mujer responde de manera diferente a los mismos, y ello puede cambiar en las diversas etapas de la vida o circunstancias en las que se encuentre.

La falta de deseo, dificultad para excitarse o para tener un orgasmo, así como dolor durante el coito, son problemas comunes que pueden deberse lo mismo a factores físicos -como ciertos padecimientos, cambios hormonales o efectos de algunos medicamentos-, que a componentes emocionales, o a ambos, ya que uno puede llevar al otro. La Asociación Americana de Terapia Familiar y Matrimonial (AAMFT) señala que la mayoría de las mujeres experimentan, de vez en cuando, alguno de los incovenientes mencionados. Sin embargo, cuando éstos son persistentes, hay que prestarles la atención debida.

Healthy Women, portal especializado en salud femenina, señala que, de acuerdo con un estudio realizado por la Asociación Americana de Medicina (AMA), se estima que 43% de las mujeres en EEUU sufren de algún problema sexual. La investigación encontró que se tienen mayores probabilidades de presentarlos si:

-se es divorciada, viuda o separada

-se está atravesando por problemas emocionales o económicos

-se encuentra en un periodo de mucho estrés

-se siente infeliz

-se ha sufrido de abuso sexual


Las inquietudes respecto al desempeño sexual, un bajo concepto de uno mismo, conflictos con la pareja, el abuso del alcohol u otras sustancias, o los conflictos internos por conceptos religiosos o familiares aprendidos en la infancia, también pueden promover problemas sexuales.


¿Cuándo buscar ayuda?

De acuerdo con Healthy Women, si la falta de deseo es algo que se ha prolongado y empieza a inquietarte o a generar problemas con tu pareja; si sufres constantemente de falta de lubricación; si tienes una ausencia persistente de orgasmos o tardas demasiado en llegar al mismo; o si las relaciones sexuales resultan dolorosas, es momento de conversar con tu pareja y acudir a un especialista.


¿Quién puede ayudarme?

De acuerdo la Asociación Americana de Psicología (APA), la terapia individual y de pareja puede ayudar a tratar los diferentes problemas sexuales. El terapeuta debe recomendar primero la visita al médico, para descartar afecciones o medicamentos que pudieran estar relacionadas con los síntomas. Posteriormente, puede ayudar a la pareja (en conjunto o de forma individual) a comprender la dinámica de la relación, identificar actitudes negativas respecto al sexo, así como experiencias pasadas que puedan estar influenciando la problemática.

Del mismo modo, el especialista puede enfocarse en cambios de conducta, sugerir recursos para enriquecer el deseo y la intimidad, o para reducir la ansiedad, e incluso proporcionar entrenamiento para resolver el problema bajo las sábanas.

Fuentes: Healthy Women (healthywomen.org), Asociación Americana de Piscología (apa.org) y Asociación Americana de Terapia Familiar y Matrimonial (aamft.org).


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