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Descubre cómo respirar para relajarte

Texto: Irina Kenigsberg

Estrés cotidiano, pocas horas de sueño y mucho trabajo. ¿Te resulta familiar? No te preocupes, te presentamos a una potencial aliada: la respiración abdominal. Con unos pocos minutos al día, y usando nada más que tus pulmones, podrías sacar provecho de sus ventajas. ¡Descúbrelas!

 

Aprende a respirar de modo lento y profundo. Foto: Thinkstock
Aprende a respirar de modo lento y profundo. Foto: Thinkstock

Lucha o huida

También conocida como “fight or flight” en inglés, es una respuesta natural del cuerpo ante una amenaza. Cuando surge en un contexto apropiado, es útil para superar peligros, tal como resalta la Universidad de Harvard. El conflicto aparece cuando esta reacción es provocada constantemente por eventos cotidianos, como problemas de dinero, tráfico, preocupaciones laborales, etc. En consecuencia, podríamos sufrir trastornos de salud, como presión alta, defensas bajas, ansiedad y depresión, según la institución mencionada. No podemos evitar el estrés, pero sí responder a él de una forma más sana. Una buena estrategia de relajación consiste en aprender a respirar profundamente.

¿Cómo?

El portal especializado en medicina WebMD detalla la siguiente técnica:

1. Pon una mano sobre tu vientre, justo debajo de las costillas, y la otra sobre tu pecho. Puedes hacerlo de pie, pero tal vez sea más cómodo recostarte en el suelo, con las rodillas dobladas.

2. Inhala profundamente a través de la nariz, y deja que tu vientre empuje tu mano hacia afuera. Mantén tu pecho quieto.

3. Exhala con los labios fruncidos como si estuvieras silbando y siente cómo tu mano desciende. Utiliza la mano sobre tu vientre para ayudarte a empujar todo el aire hacia afuera. Tómate tu tiempo.

4. Repite estos pasos de 3 a 10 veces, sin apurarte.

Conviértelo en rutina

La clave para obtener resultados es dedicarle unos minutos todos los días. Según el sitio de Harvard, esta respiración alentaría el intercambio total de oxígeno, podría bajar las pulsaciones y estabilizar la presión alta. Varios estudios lo confirman, como uno publicado en agosto de 2005 en la revista científica Hypertension. En este se sostiene que la respiración lenta reduciría la presión arterial y sería potencialmente beneficiosa para manejar la hipertensión.

Apúntate estas ideas para incorporar la práctica en tu vida cotidiana:

- Elige un sitio especial y cómodo, donde puedas sentarte o acostarte en silencio.

- Intenta hacerlo una o dos veces por día, siempre a la misma hora, para establecer un hábito.

- En la medida de lo posible, practica esta forma de respiración de 10 a 20 minutos cada día.

Y tú, ¿ya comprobaste las ventajas de la respiración abdominal?