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Cómo elegir la almohada correcta

Ese mullido artículo llamado almohada, cuya finalidad es ayudarnos a descansar y a conciliar el sueño, tiene sus orígenes en la antigua Mesopotamia y el milenario Egipto. Según vestigios encontrados en las tumbas de los faraones, en aquellas épocas, las cabezas descansaban en madera sólida, tallada ligeramente a la mitad. Fueron los ricos y pudientes de las antiguas Grecia y Roma, quienes comienzan a utilizar paja y plumas para hacer almohadas más cómodas. Sin embargo, fue hasta el año 1700 aproximadamente, cuando su uso se convirtió en algo más común.

Cómo elegir tu almohada
Cómo elegir tu almohada

Sabemos que la almohada es un accesorio indispensable para poder descansar profundamente por las noches, aunque es muy habitual llegar a las tiendas y enfrentarnos con un mundo de posibilidades, en donde se vuelve realmente una pesadilla decidir cuál será la mejor opción para nuestro descanso.

Debes saber que cada persona tiene una manera diferente de dormir y será esta la que determine qué tipo de almohada necesita para poder descansar correctamente, evitando así los dolores de cuello, espalda y posibles dificultades, incluso para respirar.

En primer lugar, deja a un lado la idea que existe de que dormir sin almohada es lo más sano; solo piensa que la cabeza necesita un apoyo para que la columna vertebral mantenga su posición natural al descansar.

Entonces, es importante que sepas que la nuca es una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo; es ahí donde se acumula toda la tensión del día, por lo que es vital que tu almohada se adapte no solo a ti y a la postura que adoptas cuando duermes por la noche, sino que también debe ir acorde a tu colchón.

Por lo anterior, veamos qué almohada te debería acomodar mejor de acuerdo a tu forma de dormir:

  • Si duermes boca arriba, lo que necesitas es una almohada delgada que logre formar el mismo ángulo existente entre tu cuello y tu espalda cuando estás parada.

  • Si duermes de lado, apoyada sobre tu hombro, necesitas una almohada gruesa que logre mantener el cuello en el eje de la columna; debes evitar que el cuello se apoye en el hombro, pues esto puede provocar dolores y molestias. Hay médicos que recomiendan que la gente que duerme de lado también debe utilizar una almohada entre las piernas para mantener una postura correcta.

  • Si eres de las personas que duerme boca abajo o durante la noche adopta posturas diferentes, lo recomendable es optar por una almohada que sea blanda, fina y flexible para que, sea cual sea la postura que adopte tu cuerpo, esta se acomode, ya que las personas que duermen así suelen abrazar la almohada.

Al momento de elegir tu almohada, el material también juega un papel importante:

  • Plumas: es un relleno natural que proporciona un soporte de poca firmeza, por lo que es una buena opción para los que cambian constantemente de postura. Llegan a ser calientes y no son recomendables para personas que padezcan algún tipo de alergia. No son lavables.

  • Sintéticas: son de poliéster, una fibra ahuecada y cardada; suelen ser firmes, apropiadas para dormir de lado o boca abajo. Son lavables y suelen ser muy económicas.

  • De espuma: su espesor varía; la espuma de estas almohadas puede ser de una pieza o formada por pedacitos de este material, aunque son más firmes las de una pieza. Las almohadas anatómicas suelen estar hechas de este material. Su forma permite adaptarse mejor al cuello; sin embargo, lo recomendable es probarlas antes de comprarlas.

  •  Las cervicales: están elaboradas especialmente para prevenir dolores cervicales; su finalidad es sujetar el cuello, la nuca y la cabeza para lograr mantener, en todo momento, las cervicales protegidas. Suelen ser cómodas únicamente para las personas que duermen boca arriba.

  • Con sistema de memoria: son perfectas para las personas que frecuentemente cambian de postura al dormir. Con este sistema, puedes encontrar almohadas de látex, que tienen una textura suave, y las de material viscoelástico, que son más firmes y con una mayor adaptabilidad. Las de látex necesitan de mucha ventilación para evitar la formación de bacterias, lo que no sucede con las de material viscoelástico, que ofrecen un perfecto descanso y, por su firmeza y presión sobre las zonas afectadas, son ideales para las personas que padecen de dolores en cuello, espalda, cervicales y migraña.

Por último, es importante que cuando decidas elegir una almohada nueva inviertas un buen tiempo para hacerlo; que las pruebes, que veas todas las opciones y, por supuesto, que no te guíes por los precios, ¡no escatimes en este artículo! Compra la almohada adecuada, la que te ofrezca el descanso que necesitas.

Recuerda…¡tú generas el cambio!