Yahoo Estilo Bioestimulación facial para mejorar la apariencia de tu rostro
Día a día, en el mundo de la cosmética surgen tratamientos que luchan por combatir la flacidez y el envejecimiento prematuro de nuestra piel. La bioestimulación facial es uno de estos tratamientos y promete mejorar la apariencia de la piel del rostro a partir de los treinta años, que es justo cuando la regeneración de la dermis comienza a ser más lenta y, por desgracia, comienzan a aparecer los primeros signos de la edad: las tan temidas arrugas.
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La bioestimulación facial es un tratamiento estético que activa las células mediante la infiltración en la piel de pequeñas partículas de fragmentos proteicos procedentes de las plaquetas propias del paciente, denominadas factores de crecimiento. Estos fragmentos de proteínas tienen la misión de estimular los fibroblastos, responsables nada más y nada menos que del proceso de síntesis de colágeno y elastina en nuestra piel. Al aumentar la producción de estos componentes, el tejido se regenera, obteniendo como resultado una piel más tersa y joven.
Esta es una técnica que ha demostrado una recuperación de más del ochenta por ciento de los tejidos, consiguiendo así detener el envejecimiento facial y rejuvenecer el rostro y el cuello.
El procedimiento del tratamiento es el siguiente: se toma una muestra de sangre del paciente y se somete a un proceso de centrifugado, con el objetivo de separar sus componentes; posteriormente, se extrae el plasma de estos elementos, que es rico en plaquetas y es el que contiene los factores de crecimiento.
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A continuación, el plasma obtenido se infiltra en la piel del paciente, para así estimular la regeneración cutánea. Para mejores resultados, es factible apoyar el tratamiento con la administración de aminoácidos, coenzimas, vitaminas o similares, que se pueden aplicar mediante mesoterapia facial o por administración oral.
Al pasar los tres meses del tratamiento, es notorio el incremento del brillo, tono y tersura en la piel; ahora bien, los beneficios serán aún más visibles pasados los seis meses del tratamiento, ya que es el tiempo que el organismo necesita para sintetizar las nuevas proteínas regeneradoras.
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La aplicación de la bioestimulación facial puede ayudarte a:
Que tu piel sea más tersa.
Disminuir las arrugas y desaparecer los surcos pequeños.
Combatir la flacidez, devolviendo así firmeza a tu piel.
Tener una piel más hidratada.
Aumentar la elasticidad de tu piel.
Mejorar el aspecto de los poros abiertos.
Desaparecer el enrojecimiento facial, así como mejorar el aspecto de manchas y cicatrices.
La bioestimulación facial es un tratamiento personalizado, por lo que no existe el riesgo de padecer algún tipo de rechazo o alergia al momento de su aplicación. Es también un procedimiento sencillo, pues para su aplicación no es necesario hospitalizarse, e incluso, quien se somete a él, sale a realizar todas sus actividades de manera normal.
Es importante mencionar que este tratamiento facial está indicado para personas mayores de treinta años que deseen evitar los primeros signos de envejecimiento, así como también mantener su piel tersa por más tiempo. Asimismo, puede ser utilizado por personas de edad más avanzada que sin duda buscan mejorar la apariencia de su piel.
Como todo, para recibir este tipo de tratamientos te recomiendo únicamente asistir a un lugar certificado, con especialistas en el procedimiento. Ellos se encargarán de determinar las partes del rostro que necesitan la aplicación de la técnica y la frecuencia de la misma, de manera que logres obtener los resultados esperados. ¡Investiga y anímate!
Recuerda… ¡tú generas el cambio!
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