Beneficios que brindan los aceites comestibles

“Hay que eliminar las grasas” es una frase que se utiliza frecuentemente cuando se desea llevar una dieta saludable. No obstante, hay que recordar que existen ácidos grasos, como Omega-6 y Omega-3, que no pueden faltar en nuestra alimentación por sus nutrientes esenciales. La importancia de consumirlos radica en controlar la cantidad así cómo el tipo de aceites que elegimos.

 

Las variedades

- Aceite de oliva. Es un aceite saludable rico en grasas monoinsaturadas y antioxidantes. Tanto su color (de amarillo pálido a verde oscuro) como el sabor (de suave a ligeramente amargo) puede variar, según el lugar de origen y el método utilizado para extraerlo. Procura utilizar aceites vírgenes y extra vírgenes para aderezar ensaladas, vegetales y pan; cuando cocines, hazlo con un aceite de oliva común, pero sin someterlo a temperaturas altas por mucho tiempo. Su consumo, entre otras cosas, ayuda al sistema circulatorio por su contenido de vitamina E.

- Aceite de nueces. Éste posee un delicioso sabor, además aporta Omega 3, 6 y 9 al organismo. La porción recomendada es una cucharada al día y lo puedes incorporar a comidas como pastas, ensaladas o verduras. Incluirlo en tu dieta puede ayudarte a prevenir el aumento de peso, tiene efectos antioxidantes y disminuye la acidez gástrica, entre otras cosas.

- Aceite de maíz. Es una gran fuente de Omega 6 así como de grasas poliinsaturadas. Su sabor es muy ligero además es una buena opción para cocinar porque soporta temperaturas altas sin quemarse. También ayuda a controlar niveles de colesterol altos e incluso a disminuir la presión arterial. Para uso externo, hidrata la piel mientras resulta práctico para masajes corporales.

- Aceite de soya. Altamente recomendado porque ayuda a reducir el colesterol y protege al sistema circulatorio; por su alto contenido de Omega 3 y 6 logra aumentar la concentración de colesterol bueno (HDL). Contiene vitamina E que actúa como antioxidante y mantiene limpias las paredes arteriales, evitando que se tapen. Consúmelo frío (en sopas, ensaladas y purés) para gozar de sus beneficios.

- Aceite de ajonjolí. Las semillas de ajonjolí pueden ser negras, marrones y blancas. Es de éstas últimas de donde se extrae el aceite de mejor calidad. Es un aceite muy utilizado en la gastronomía china porque da sabor a los platillos. Sus componentes son: Omega 6, vitamina E, fosfolípidos, lecitina, fibra, fósforo, zinc, hierro y calcio. Al incluirlo en tu alimentacioón, entre otras cosas, protege al colon de las células que pueden causar cáncer, previene el agotamiento físico y mental. Se cree que ayuda a controlar el insomnio.

- Aceite de cacahuate. Tiene la capacidad de prevenir enfermedades cardiovasculares. Estimula es sistema nervioso e inmunológico por su alto contenido de ácidos grasos, sobre todo Omega 6. Si se consume con regularidad, nivela el colesterol. Este aceite soporta altas temperaturas sin perder propiedades. No hace humo, tampoco se obscurece ni tiene olor y sabor.

- Aceite de canola. Extraído de las semillas de la planta de canola, se obtiene mediante prensado en frío por lo que conserva todas las propiedades nutricionales. En su composición encontramos Omega 3, 6 y 9, grasas monoinsaturadas, vitaminas E, A, D, K y beta-carotenos. Existen estudios que han demostrado que solo una cucharadita y media de aceite de canola al día, en vez de cualquier otra grasa saturada, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

- Aceite de girasol. Dentro de sus cualidades está un alto contenido en vitamina E, conocida como la vitamina de la belleza, de ahí que resulte un gran nutriente para nuestra piel. También posee una gran cantidad de ácido linoleico y oleico, encargados de reducir el riesgo de padecer enfermedades del aparato circulatorio, previenen infartos y problemas cardiovasculares.

Como ves, no solo el aceite de oliva da beneficios a nuestra salud. Existen más opciones que, utilizadas en cantidad y forma adecuada, cuidan nuestra salud. Recuerda, necesitas de estos aceites y al añadirlos a tu comida, te ayudarán a prevenir enfermedades.

¡Recuerda…tú generas el cambio!

 

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