10 excusas para no ir al gimnasio

Elimina las excusas que usas para no ir al gimnasio
Elimina las excusas que usas para no ir al gimnasio

Si hay algo para lo cual la naturaleza humana siempre es efectiva y creativa, es para encontrar excusas; la mente siempre se resiste a enfrentar cualquier reto, y por ello trata de manipular para permanecer en zona de confort. Es tarea de la disciplina y determinación no caer en el engaño y encaminarse a la superación.

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Claro que la actividad física no es ninguna excepción. Si eres de los que a pesar de conocer la importancia de mantenerse en forma, encuentra mil y un pretextos para no ir al gimnasio, aquí verás diez ejemplos y cómo puedes librarlos:

1. Siempre postergas: si eres de los que pospone el ejercicio para el lunes, principio del mes o del año, no esperes más, inicia ya, no le des largas; entre más pronto comiences más tiempo ganarás y más rápido tendrás un nuevo hábito saludable.

2. No tienes dinero para pagar el gimnasio: sabes perfectamente que ese pretexto no aplica en lo absoluto; si eres honesto contigo, aceptarás que gastas mucho más en otras cosas superfluas que en el costo del gym. Evita desperdiciar tu sueldo en cosas innecesarias, mejor invierte en salud; organízate y verás que incluso puedes ahorrar un poco de dinero de tal forma que así seas tú el que adelgace y no tu bolsillo.

3. No te queda tiempo: es parecido al punto de arriba pero aquí el pretexto que pones es el tiempo. Lo mismo aplica entonces: si te queda tiempo para ir al final de la jornada con los amigos por una cerveza, a cenar o a una reunión, entonces puedes destinar 3 días de la semana 40 minutos de tu tiempo al gimnasio; esto sin contar sábado y domingo que también puedes utilizar para entrenar. Nuevamente, es cuestión de organizarte bien.

4. Tu pareja te absorbe mucho tiempo: para que puedas estar bien con tu pareja (en todo sentido), necesitas estar bien tú primero (es una regla básica). Si realmente a esa personita que amas no le gusta el ejercicio, puedes plantearle dos opciones: que por salud y bienestar de ambos realicen ejercicio juntos o que respete ese espacio de tiempo donde trabajas para estar mejor para él/ella.

5. Te intimidan los gimnasios: es bastante normal que si nunca has ido a un gimnasio, te cause un poco de pena, incomodidad y/o cierto temor el asociarte a uno, pero lo que es imperdonable es no intentarlo. Puede ser que el ambiente de la mayoría de los gimnasios, al principio sea un poco intimidante, sobre todo si es tu primera vez, pero ten por seguro que en menos de 2 semanas habrás superado la prueba. Pronto te adaptarás y formarás parte del lugar.

6. Es para gente joven: aunque no lo creas, en muchos gimnasios la población que más asiste es la que tiene entre 40 y 60 años.Si, efectivamente, la imagen de un centro de acondicionamiento por lo regular es de gente joven, vigorosa y atlética; sin embargo, es la gente que menos asiste por lo mismo; como se saben jóvenes, fuertes y en forma, se confían y faltan mucho a su ejercicio; sin en cambio, los adultos son más constantes, disciplinados y agradecidos con su cuerpo. Así que si tienes más de 40, este pretexto NO aplica en tu caso.

7. El clima: si es invierno, porque hace mucho frío; si es verano, porque está insoportable el calor; si es cualquier estación, siempre habrá un pretexto que justifique tu pereza para no ir al gym. A ver, si quitas de tu mente esos momentos incómodos del clima mientras haces ejercicio, y pones todos los beneficios y bondades del entrenamiento sea cual sea la estación del año, ten por seguro que a partir de ese pensamiento positivo, tendrás ganas de intentarlo con, sin y a pesar de la nieve, calor, frío, lluvia, etc.

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8. No cuentas con ropa adecuada: si este es tu pretexto favorito para no pararte en el gimnasio, te tengo una buena noticia: el ejercicio requiere de voluntad y actitud. Ponte tenis, ropa deportiva ligera y cómoda (aunque no haga juego). De verdad no necesitas un outfit diferente para cada clase (spinning, yoga, pesas, carrera, etc); mejor vete a entrenar duro, pues lo demás es innecesario y banal.

9. Hasta que baje de peso primero: cuántas veces te has cachado diciendo que irás al gimnasio hasta que logres perder peso? ¿Son más de las que piensas en inscribirte a un gym, verdad? Si tu respuesta es afirmativa, te aseguro que no eres la única persona que piensa así, ya que son muchos los hombres y mujeres que todavía creen que para tener mejores resultados, primero deben bajar de peso y luego hacer ejercicio. La verdad funcionará mejor si combinas la dieta con el ejercicio y los resultados serán más rápidos.

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10. Siempre estás cansado: posiblemente sea verdad, incluso puedes estar excesivamente cansado, pero lo que NO puedes es dejar de intentar asistir al gimnasio. Lejos de ser una actividad que te deje más agotado, es una gran opción para que te vigorices y fortalezcas; pronto cambiará tu cansancio por energía extra. No lo pienses más, solo ve y entrena duro, los resultados te dirán si valió la pena el sacrificio.