¿Aire en el estómago?

Se considera normal la producción de gas en el intestino ya que esta procede del que se ingiere al deglutir aire comiendo, siendo mayor ante una situación de estrés, ansiedad que nos lleven a comer de una manera acelerada, y el que producen las bacterias presentes en el intestino.

Aire en el estómago / iStockphoto
Aire en el estómago / iStockphoto

Sin embargo, un exceso puede originarnos muchos problemas digestivos e incomodidades en la vida diaria y suele causarse por una alteración de la flora intestinal, el consumir grandes cantidades de fibra procedente de alimentos vegetales o por la ausencia de fibra e ingesta de grandes cantidades de carne y cereales refinados.

La fibra tiene una función muy importante en nuestro organismo para mantener limpio y libre de desechos nuestros intestinos, pero puede causar flatulencia si se consume en exceso, para evitar esta formación, se debe incrementar el aporte de fibra de forma paulatina, permitir que el intestino vaya asimilando la fibra poco a poco y evitar la producción de gas.

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La acción flatulenta de las leguminosas pueden disminuirse, para lograrlo se recomienda remojarlas toda la noche en suficiente agua, al día siguiente tirar el agua de remojo y quitar la piel que las recubre.

Las verduras con mayor producción de gas en intestino son el brócoli, col, coliflor, puerros, alcachofas, si las vas a consumir, mastícalas bien y en pequeñas cantidades.

El pan es definitivamente uno de los principales alimentos que debemos eliminar si se padece de flatulencia excesiva, ya que parte de sus almidones llegan al intestino grueso sin ser digeridos y las bacterias presentes ahí los transforman en gas. Las pastas tienen el mismo efecto, sobre todo si no se han cocinado y masticado adecuadamente.

La leche, por la cantidad de lactosa que contiene, en aquellas personas intolerantes a este carbohidrato, suele ocasionar fermentación y producción de gases.

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Alimentos como los germinados, hierbas aromáticas (anís, menta, salvia e hinojo) o el yogur contienen enzimas que facilitan la digestión de carbohidratos y proteínas, evitando las fermentaciones causantes de la producción de gas; recuerda incluirlos siempre en tus comidas.