Misión abdomen plano: más fácil de lo que crees

La inflamación abdominal no es una enfermedad, sino un síntoma y respuesta de nuestro cuerpo al hacer un esfuerzo extraordinario por digerir los alimentos. Aunque no se algo malo es muy incomodo y molesto.

Sucede que al despertar nos sentimos muy ligeritas, con un abdomen plano pero al terminar el día tenemos un abdomen abultado. Nos sentimos abotargadas y pesadas.

La flora intestinal esta compuesta de bacterias buenas y malas. Las buenas se encargan de la digestión de la comida, a su vez regula el sistema inmunológico. Si no tenemos un intestino sano, nuestro vientre se abulta y comienza a generar gases que provocan malestar e inflamación.

Si tu vientre se inflama constantemente es porque tienes que mejorar la función de tu intestino.

Elimina de tu alimentación los irritantes como alimentos fritos, picantes, refrescos y café.

Mientras te recuperas, evita comer leguminosas como frijoles, lentejas, habas o soya, ya que estas pueden originar gases.

Consume un té tibio después de la comida. El té verde, de boldo o indio favorecerá tu digestión.

Come muchas verduras. Inicia consumiéndolas cocidas, conforme vaya mejorando tu digestión puedes dejarlas mas crudas, hasta llegar a consumirlas totalmente crudas.

Reduce el consumo de proteínas de origen animal, deja descansar un día a la semana del consumo de carne.

Elige carbohidratos altos en fibra para mejorar el funcionamiento intestinal.

Los lácteos pueden inflamar a algunas personas. El mejor consejo que te doy es: escucha a tu cuerpo, ¡él te indicará lo que le hace bien y lo que no!