¿Qué es la epicondilitis o codo de tenista?
La epicondilitis, o codo de tenista, es una lesión e inflamación de los músculos y tendones en codos y antebrazos ocasionado por movimientos constantes y repetitivos que impliquen el sobreuso de dichos músculos y tendones, lo que provoca que estos presenten daño, inflamación y pequeñas roturas.
Afecta tanto a mujeres como a hombres y su nombre común, es decir el codo de tenista, se debe a que este tipo de deportistas, en el desempeño de su actividad, realizan un desgaste constante de estos músculos y tienden, por lo tanto, a padecerla muy comúnmente; sin embargo existe una gran cantidad de personas, y no solo tenistas, que pueden padecer epicondilitis por tener actividades en las que se requiera el uso repetido de dichas partes del cuerpo como pueden ser amas de casa, mecánicos o carniceros, entre otros.
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El codo de tenista aparece por la sobrecarga de los músculos que se produce, especialmente, cuando se utilizan de manera constante y con movimientos repetidos herramientas como planchas, cuchillos, desarmadores, entre otras, que ejercen cierta resistencia para utilizarlas; otros factores de riesgo son el levantar objetos pesados durante un tiempo prolongado o, incluso, el uso prolongado del teclado de una computadora.
El dolor en la parte externa del codo y antebrazo es el principal y primer síntoma que se manifiesta, puede recorrerse hasta la muñeca y presentarse aun estando en reposo y aumentar cuando nos recargamos con la palma hacia abajo sobre una mesa.
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Existen varios tratamientos para la epicondilitis, estos pueden abarcar desde los procedimientos médicos con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos o inyecciones de cortisona, que deben ser forzosamente aplicados por un médico, pasando por ejercicios y fisioterapia para fortalecer los músculos ( dichos tratamientos pueden tener muy buenos resultados) hasta la necesidad de realizar una operación, como la artroscopia, como último recurso.
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Para prevenir el codo de tenista es bueno que antes de realizar alguna actividad que requiera efectuar movimientos repetitivos, y por tiempo prolongado de la articulación del codo y antebrazo, primero hagamos estiramientos y movimientos de flexión, extensión y rotación del brazo y al terminar nuestra actividad (un calentamiento de la zona, por así decirlo), también es útil dar descanso a la articulación, por lo menos, cada 10 minutos a partir de que comenzamos a realizar la actividad, esto con la finalidad de evitar que los tendones se sometan a tensiones exageradas.