Prurito vaginal

El prurito vaginal es la comezón, irritación o picazón de la piel de la vagina o la vulva, de las zonas alrededor de ella, con la presencia de un deseo, en ocasiones irresistible, por rascar la región afectada. Puede llegar a ser ocasionado por diferentes causas como:

Candidiasis vulvovaginal. Una infección ginecológica, causada por el hongo Cándida albicans, que tiene como síntoma más común la comezón vaginal y/o vulvar.Dicho prurito puede llegar a ser ardoroso y acompañarse, entre otros síntomas, de un flujo blanquecino de apariencia similar al queso fresco.

Vaginitis. Inflamación vaginal ocasionada generalmente por una infección provocada por un desequilibrio de la flora vaginal (bacterias que habitan normalmente la vagina) y que regula el pH de esa parte del cuerpo femenino. Este desequilibrio suele presentarse con comezón acompañada en ocasiones de flujo.

Menopausia. La comezón en vagina y vulva se debe a la resequedad en la zona debido a los niveles bajos de estrógenos, que se presentan en esta etapa en la vida de la mujer, y puede llegar a ser un tanto preocupante ya que debido al constante rascado se pone en riesgo la función que tiene la piel como barrera de protección del cuerpo.

Productos químicos. Algunos irritantes químicos llegan a causar comezón, junto con erupciones, en el área genital femenina, dentro de éstos podemos mencionar los detergentes, suavizantes, jabones, cremas, perfumes, aerosoles, espermicidas y esponjas vaginales, preservativos, tampones, papeles higiénicos, entre otros.

Ropa ajustada no absorbente o permanecer por largo tiempo con la ropa húmeda, como por ejemplo los trajes de baño o la ropa para hacer ejercicio, mala higiene e inadecuadas técnicas de limpieza como lavar el área vaginal de atrás hacia adelante (del ano hacia la vagina) después de orinar.

Estrés. El picor psicógeno o por estrés puede aumentar la comezón en el área vaginal y a su vez provocar que dicha zona sea más susceptible a contraer infecciones.

Existen otras causas como la tricomoniasis, una infección de transmisión sexual que suele presentarse con abundante flujo vaginal de olor penetrante y color amarillo-grisáceo o verde, y algunas enfermedades de la piel.

Las medidas preventivas para evitar el prurito vaginal incluyen la visita al médico ante cualquier duda de enfermedad o desequilibrio hormonal y evitar el uso de ciertos productos, ropas (dando preferencia a la ropa de algodón) o sustancias que te percates que desencadenan comezón en tu parte íntima.