Prevención del VIH

La mejor prevención es la información / Foto: Thinkstock
La mejor prevención es la información / Foto: Thinkstock

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida es la fase infecciosa más avanzada producida por el Virus de Insuficiencia Humana (VIH). De a cuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en esta nota descriptiva, en el año 2011 se calculó que existían cerca de 34 millones de personas infectadas y se presentaron 2.5 millones diagnósticos nuevos y más allá de 1.7 millones de muertes a causa de infección por el VIH, por lo que actualmente se le considera una de las enfermedades causantes de gran cantidad de mortalidad mundial.

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El SIDA es producido tras la infección del VIH, el cual ataca y destruye selectivamente a los linfocitos CD4, células del sistema inmunológico del cuerpo, que tienen un desempeño fundamental en la respuesta inmunológica (defensa). De esta manera, el sistema inmunitario no cumple satisfactoriamente su función protectora teniendo como resultado la inmunodeficiencia en el organismo infectado. Esto también hace sensible al portador de contraer infecciones y otras enfermedades.

El virus se transmite por medio de los siguientes factores de riesgo:

Contacto sexual directo. Este puede ser por contacto tanto heterosexual como homosexual. Se da por medio de los fluidos corporales como el semen, secreciones vaginales, sangre menstrual o la leche materna. A su vez, el riesgo de infección por el VIH aumenta si existen úlceras a nivel genital (como las del herpes, por ejemplo).

Contacto con sangre contaminada. Se da ya sea por transfusiones sanguíneas o por utilizar material de inyección como jeringas y agujas o material quirúrgico, este tipo de contagio más común en consumidores de drogas inyectables que suelen compartir este tipo de material. Otro riesgo por contacto con sangre se da por procedimientos médicos en los que se requiera cortar o perforar y se utilice material quirúrgico contaminado.

Vía perinatal. Se da de madre a hijo ya sea durante el embarazo a través de la placenta, durante el parto o a través de la leche materna durante la lactancia.

No existe riesgo de contagiarse del VIH por tocar la piel intacta de personas contagiadas por lo que el besar o abrazar, el contacto no sexual con la gente en general, no provoca riesgo de contagio, de igual manera el compartir alimentos o bebidas no expone a la gente a contagio.

El SIDA y la presentación de sus síntomas graves, como algunos tipos de cáncer, infecciones y otras manifestaciones, pueden tardar en manifestarse entre 2 y 15 años, variando la aparición de persona en persona, por lo que algunos individuos pueden estar y sentirse en apariencia sanos a lo largo de varios años cuando ya se encuentran infectados por el virus pudiendo de igual manera contagiar a otras personas con el VIH. Con esto debemos entender que no es posible identificar a simple vista a una persona infectada.

El cuadro que se presenta en etapas tempranas de la enfermedad, es decir, durante las primeras semanas posteriores al contagio, es en ocasiones similar a una gripa con dolor de cabeza o de garganta, fiebre, malestar general leve del cuerpo entre otros síntomas; sin embargo, la persona recién contagiada puede no manifestar absolutamente ningún síntoma.

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Conforme la infección avanza con el paso del tiempo y va debilitando el sistema inmunológico, el paciente contagiado puede presentar:

  • Agotamiento

  • Pérdida de peso

  • Fiebres frecuentes y de larga duración

  • Sudoraciones nocturnas abundantes

  • Inflamación de los ganglios linfáticos

  • Erupciones en piel

  • Aparición de llagas en boca, genitales y ano

  • Diarrea y tos crónicas

  • Trastornos de la memoria

Si no se tiene un tratamiento adecuado pueden aparecer enfermedades graves como meningitis, tuberculosis y varios tipos de cáncer como el sarcoma de Kaposi (tumor maligno del endotelio linfático).

La infección por este virus generalmente se diagnostica por medio de análisis sanguíneos específicos como la demostración de anticuerpos antiVIH. Estas pruebas son ELISA y Western blot.

En la actualidad no hay cura para la enfermedad, sin embargo quienes la padecen pueden controlar el virus y llevar un día a día saludable y productivo si tienen un tratamiento adecuado que mezcle medicamentos antirretrovirales y otras sustancias que estimulan el sistema inmunitario y evitan que el virus no se copie y duplique en el cuerpo. Esto ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y permite que los pacientes puedan ser lo suficientemente capaces de resistir infecciones y con ello tener una aceptable calidad de vida.

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Las formas de prevenir esta enfermedad son:

Uso de preservativo. El uso de condón masculino de látex o femenino de poliuretano durante las relaciones sexuales con penetración vaginal o anal ayuda a evitar la propagación del virus y de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) como gonorrea, sífilis, herpes genital, VPH, entre otros.

No compartir objetos potencialmente contaminados con sangre infectada. A personas que consumen drogas inyectables se les sugiere no compartir agujas o jeringas. De igual manera, en gente que no sea adicta a este tipo de sustancias no se le recomienda el uso de objetos con las mismas características.

Circuncisión masculina. Reduce hasta en un 60% el riesgo de que un hombre contraiga infección por VIH.

Pruebas de detección de VIH. A toda persona expuesta a cualquier factor de riesgo para que, en caso de ser positivo el resultado, pueda acceder oportunamente a los medios de prevención y tratamientos disponibles.

Uso preventivo de medicamentos antirretrovirales. El que una persona portadora del VIH lleve un tratamiento con este tipo de medicamentos reduce el riesgo de transmisión hasta en un 96%. Sin embargo, el uso de estos medicamentos jamás debe sustituir el uso del condón.

Eliminación de la transmisión de la madre al hijo. Se puede prevenir con medicamentos antirretrovirales tanto para la madre como para el niño.

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud. VIH/SIDA. Nota descriptiva N°360. Junio de 2013. (www.who.int)

International Women’s Health Coalition. Circuncisión Masculina y Prevención del VIH. (www.iwhc.org)

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Omar Luja es médico cirujano y homeópata por la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, Instituto Politécnico Nacional, México. Cédula: 7719134.