Hazle frente al estrés laboral

El estrés comienza cuando el trabajo nos rebasa / Foto: Thinkstock
El estrés comienza cuando el trabajo nos rebasa / Foto: Thinkstock

Es normal que exista presión en el trabajo. Incluso, ésta debe ser considerada aceptable para que el trabajador pueda mantenerse alerta, motivado y en condiciones de desarrollar su actividad y aprender de la práctica, dependiendo siempre de sus características personales y los recursos disponibles. El estrés hace su aparición cuando la presión laboral se torna excesiva.

Según la OMS, el estrés laboral es la respuesta que una persona tiene ante las exigencias y presiones del trabajo, las cuales no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y representan un fuerte reto para librar alguna complicación o problema laboral. La situación se vuelve más tensa si la persona tiene la idea de que no recibe el apoyo suficiente de sus supervisores y colegas, y si tiene un control limitado sobre la forma en que puede hacer frente a las exigencias y presiones del trabajo.

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La salud debe considerarse como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solo como la ausencia de enfermedades. Por lo tanto, un ambiente laboral saludable es aquel que tiene factores que promueven la salud y no solo aquel en el que no existen factores perjudiciales.

Causas de estrés laboral:

  • Mala organización del trabajo, en el modo en que se definen los puestos y sistemas laborales y la forma en que se desarrollan.

  • Demasiadas exigencias, presiones y la dificultad para controlarlas.

  • No recibir una supervisión adecuada en la cual apoyarse. Incluye llevar una mala relación con los compañeros.

  • Intimidación, acoso y violencia.

  • No tener control sobre la actividad que realiza ni las presiones que esto acarrea.

  • Tareas monótonas, aburridas, desagradables y que provocan aversión.

  • Escasez o exceso de trabajo con plazos muy estrictos.

  • Horarios de trabajo inflexibles e imprevisibles; jornadas muy largas o fuera del horario normal.

  • Falta de participación en la toma de decisiones.

  • Inseguridad laboral, incluyendo falta de promoción profesional, actividad poco valorada, remuneración deficiente, sistemas de evaluación injustos y exceso o carencia de capacidades para el puesto.

  • Tener a cargo o atender constantemente a otras personas y ocuparse de sus problemas.

  • Exigencias contrapuestas entre la vida laboral y la familiar.

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La situación se tensa si la persona piensa que no recibe apoyo de los demás / Foto: Thinkstock
La situación se tensa si la persona piensa que no recibe apoyo de los demás / Foto: Thinkstock

A nivel físico la persona con estrés laboral puede presentar:

  • Angustia, cansancio, depresión, irritabilidad, problemas para dormir e incluso suicidio.

  • Incapacidad para concentrarse, relajarse y tomar decisiones.

  • Problemas físicos graves como cardiopatías (enfermedades del corazón), trastornos digestivos, aumento de la presión arterial, taquicardias y dolores de cabeza frecuentes; dolores musculares (en cuello y lumbares, por ejemplo), agotamiento crónico.

Las consecuencias del estrés laboral en el núcleo de trabajo son:

  • Incremento del absentismo.

  • Menor empeño en el trabajo con deterioro del rendimiento y la productividad.

  • Aumento en la rotación de empleados.

  • Mayor número de accidentes laborales.

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Prevención de estrés laboral:

  • Mediante la modificación de las exigencias del trabajo.

  • Cerciorarse de que los empleados tengan o adquieran los conocimientos y capacidades necesarias para su desarrollo laboral.

  • Que los superiores y compañeros apoyen más al empleado en cuestión.

  • Pedir al personal que asista a cursos de relajación y que haga ejercicio.

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Omar Luja es médico cirujano y homeópata por la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, Instituto Politécnico Nacional, México. Cédula: 7719134.