Aprender durmiendo: la verdad detrás del buen descanso


Los cerebros de los niños al dormir trabajan con la información de las vivencias diarias, lo cual favorece el aprendizaje útil para su experiencia en la vida, pues se convierte lo aprendido en conocimiento, algo que sucede en menor medida en los adultos. Todo esto se conoció a través de un estudio hecho en una universidad alemana.

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En estudios previos realizados en adultos se había podido observar que dormir después de haber aprendido cualquier tema estimula el almacenamiento a largo plazo de ese nuevo conocimiento. Esta situación se presenta en el ser humano debido a que mientras dormimos la memoria hace que el conocimiento se obtenga de manera inconsciente (implícito) para convertirse en algo de lo que se tiene conocimiento pleno (explicito).

En relación con los pequeños, su sueño suele ser más profundo y prolongado y su cerebro está muy activo, ya que diariamente deben procesar y adquirir grandes cantidades  de información.
Durante la investigación se estudió la manera de convertir el conocimiento explícito por medio de tareas motoras que implicaban aprenderlo de manera implícita.

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Se estudiaron a niños de edades entre los 8 y los 11 años así como adultos jóvenes de entre 18 y 35 años, todos ellos aprendieron a predecir una serie de acciones sin ser realmente consientes de la existencia de dicha serie. Posterior a una noche durmiendo o de un día manteniéndose despiertos se pudo analizar la memoria de los participantes.

Los resultados fueron que después de dormir plácidamente durante la noche todos los participantes, tanto niños como adultos, pudieron recordar una mayor cantidad de los componentes de una línea de números en comparación con las personas que se quedaron despiertas, y en ambos casos los niños demostraron tener mayor retención del conocimiento que los adultos.

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La obtención y retención de conocimiento es una capacidad específica del sueño en los niños, proceso que es mucho más eficaz en los pequeños que en los adultos ya que los niños tienen mayor cantidad de sueño profundo durante la noche lo que se traduce en mayor actividad en su cerebro.
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Omar Luja es médico cirujano y homeópata por la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, Instituto Politécnico Nacional, México. Cédula: 7719134