¿Hijastros en casa? ¡Disfrútalos!

Por: Mariana Israel

¡Llegaron las esperadas fiestas! Lo único que quieres es relajarte y disfrutar de este tiempo en familia. Pero, ¿qué pasa si hay un leve cambio de planes? Te enteras a último momento que tu pareja vendrá con sus hijos a celebrar fin de año en tu casa. ¡No entres en pánico! Semejante aventura exige armar una suerte de hoja de ruta previa, para que las fiestas no se conviertan en un show de acusaciones cruzadas y polémicas.

Thinkstockphotos
Thinkstockphotos

¿Lo ideal? Planearlas en conjunto, eligiendo lo que les convenga a todos. Pregúntale a tu pareja qué les gusta comer a sus hijos, qué tradiciones familiares sostienen, si tienen algún ritual en particular… Los mejores planes son aquellos que salen del consenso de todos o, al menos, de la mayoría, y que no son forzados. Si las edades y gustos de los hijos, y también los de la pareja, son similares, todo será más fácil.

Estos son algunos consejos puntuales que te ayudarán a conservar la armonía en el hogar durante estas fiestas:

  • Cuida los detalles: Si tienes una casa amplia, con varias habitaciones, ármale a los hijos de tu pareja un cuarto propio, prestando atención a los detalles. Nada mejor que llegar a un lugar ajeno y que te reciban con una cama lista, sábanas impecables y un juego de toallas perfumadas.

  • Busca el consenso: Armen el menú de las fiestas todos juntos. Es más, puedes involucrarlos en la preparación: algunos pueden ir a hacer las compras, mientras otros te ayudan en la cocina.

  • Protege lo propio: Si tienes hijos, procura que no se pongan celosos, porque esto puede provocar enfrentamientos y resentimientos. Haz que todos participen de manera equitativa en las actividades y trata a todo el mundo de la misma manera.

  • Dale espacio a los hijos de tu pareja: Si no están a gusto con el programa que planearon, no te opongas si expresan que prefieren pasar las fiestas en otro lado. En todo caso, será algo que deberán resolver con sus padres y no contigo.

  • Respeta sus tiempos: Tal vez no se levanten temprano todas las mañanas, quizás no logres que te ayuden ni siquiera a poner los platos en la mesa y mucho menos a lavarlos. Paciencia. Para ellos esta situación es tan estresante y nueva como para ti.

  • Complicidad: Si desarrollas un vínculo de complicidad con los niños, ¡mucho mejor! No actúes como la típica "madrastra mala" de las películas, sino más bien como una tía buena onda.

Por último recuerda pensar todas las decisiones y pasos que das como posibles "ensayos y errores", u oportunidades de aprendizaje, que se irán ajustando según las experiencias. La familia es un ser vivo en constante cambio y evolución: lo que fue malo en unas fiestas puede ser muy bueno en otras. Mantén una actitud positiva, sonríe con convicción ¡y felices fiestas!

Mira también:

Quizás te interese:
Decoración casera para Navidad
6 secretos para reducir el estrés
Pon tu casa en sintonía navideña en un dos por tres