Cobre: un posible aliado para una piel de oro

Hay un nuevo elemento que podría acaparar el foco que solemos poner en las frutas, vegetales y semillas aliados de la piel: el cobre. Te contamos en detalle cuán eficaz podría ser, cómo usarlo y por qué.

El cobre retrasaría los signos de envejecimiento. Foto: Thinkstock
El cobre retrasaría los signos de envejecimiento. Foto: Thinkstock

Dicen por ahí

El cobre se postula como el nuevo preferido de los tratamientos y productos de belleza antiage. Ciertos estudios han hallado que el péptido de cobre promovería la producción de colágeno y elastina en la piel, actuaría como antioxidante y estimularía la producción de, por ejemplo, ácido hialurónico, describe el sitio WebMD.

En una investigación publicada en 2009 en la revista científica International Journal of Cosmetic Science, se testeó el efecto de este metal en la piel de las personas, haciendo dormir a un grupo durante cuatro semanas sobre una funda de almohada con óxido de cobre. Estos participantes, a diferencia de aquellos que descansaron sobre un material sin cobre, presentaron significativamente menos arrugas y “patas de gallo”, y su piel lucía muchísimo mejor que antes de comenzar el experimento.

Elemento regenerador

“El cobre juega un rol importantísimo en la sanación de las heridas y la regeneración de la piel”, señaló a Yahoo Lindsey A. Bordone, dermatóloga del Centro Médico de la Universidad de Columbia. De acuerdo con la especialista, esto se debería a la producción de colágeno y elastina que promueve.

Efectividad limitada

Si bien este metal se incluye en varias cremas faciales disponibles en el mercado, la pregunta es: si funciona tan bien, ¿por qué no lo contienen todos los productos destinados al cuidado del cutis? La especialista explicó que, “desafortunadamente, se enlaza fácilmente con el agua, con lo cual no es capaz de penetrar las capas más profundas de la piel cuando es incorporado de forma tópica, impidiendo un cambio profundo en el aspecto de líneas finas y arrugas”.

Sin embargo, Bordone remarca que “actualmente, se estarían probando nuevos métodos que, de prosperar, permitirían una mayor penetración de la piel y una mayor efectividad del tratamiento”.

¿Podría ser tóxico?

Posiblemente, no. “Por su gran afinidad con el agua y su incapacidad de penetrar efectivamente la piel, no es factible que una persona adquiera niveles tóxicos en sangre solo por aplicarse la crema en su rostro”, apunta la experta.

De todas formas, te aconsejamos consultar a un dermatólogo antes de iniciar un tratamiento con cobre.

Entrevista con: Lindsey A. Bordone, dermatóloga del Centro Médico de la Universidad de Columbia.