Alergias alimentarias, ¡cuidado con lo que comen tus hijos!

Texto: Mariana Israel

En la estación del calor, las alergias alimentarias se preparan para “atacar”. Si bien esta afirmación puede parecer exagerada, en primavera y verano nos exponemos a una serie de circunstancias que pueden ponernos en riesgo.

Una alergia puede ser muy peligrosa, llegando a provocar un shock anafiláctico / Foto: Thinkstock
Una alergia puede ser muy peligrosa, llegando a provocar un shock anafiláctico / Foto: Thinkstock

Típicamente, en esta época te dispones a disfrutar en familia de diversas actividades al aire libre, de la playa, la piscina y las comidas fuera de casa. Es justamente este último punto el que puede causarles a tus hijos una alergia alimentaria. Entérate cómo prevenir los episodios y ante qué síntomas estar atento.

Cuidado con los pescados

Durante el verano es común que los niños prueben alimentos nuevos. Si van a la playa, probablemente comerán pescados o mariscos. ¡Cuidado! Los crustáceos –langostinos, camarones y langostas– son propensos a causar una reacción alérgica. Si tus hijos tienen antecedentes de alergia alimentaria, es preferible que no los expongas a este riesgo.

En cuanto a los moluscos –mejillones, almejas y ostras–, es mucho menos probable que provoquen una reacción inmunológica.

Otros alimentos bajo la lupa

Otros alimentos que clásicamente despiertan alergias alimentarias son la leche, los huevos, el maní, la soya, las nueces y frutos secos en general, el trigo, el melón y el kiwi. En verano, vigila la presencia de frutos secos en los helados, o de frutas como las mencionadas en los postres y licuados, sobre todo si ya sabes que tus hijos tienen alergia al látex.

Síntomas, ¿y cómo reaccionar?

La alergia alimentaria puede manifestarse en la piel –picazón, hinchazón y urticarias–, y en el sistema gastrointestinal, con vómitos y diarrea.

La reacción alérgica más grave, llamada anafilaxia, puede poner en riesgo la vida si no se actúa a tiempo. Si notas que tu hijo presenta dificultad para respirar, mareos o pérdida de conciencia, sobre todo después de haber comido, busca asistencia médica urgente y llama al 911.

La mejor manera de prevenir la alergia alimentaria es evitar las comidas que la disparan. Cuando salgas con tu familia a comer afuera, pregúntale al camarero los ingredientes de los platos. Al comprar en el mercado, lee cuidadosamente las etiquetas. En los Estados Unidos y en otros países se exige que se declare la presencia de ocho alérgenos comunes, como la leche o la soya.

Por último, si tu hijo ya sufrió episodios de alergia alimentaria, lleva siempre contigo epinefrina inyectable y antihistamínicos. Enséñales a todos los integrantes de la familia a aplicar estos medicamentos y colócale a tu hijo un brazalete que identifique a qué es alérgico.

No olvides pedirle a tu pediatra o médico de cabecera que te oriente sobre qué especialista en inmunología consultar para hallar la mejor forma de controlar la alergia de tu hijo.

Fuente consultada: Academia Americana de Asma, Alergia e Inmunología

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