Zen todo el año

Zen todo el año
Zen todo el año

Pasado el mes de enero, los grandes propósitos de salud y bienestar comienzan a ceder su lugar al estrés y los hábitos de siempre. Para los que todavía conservan el ímpetu y la intención de mantenerse por el camino del equilibrio todo el año, he aquí 12 sencillas formas de mantenerse zen todo el año.

1. Muévete en bici. El ciclismo requiere gran actividad respiratoria, lo que contribuye a liberar gran cantidad de endorfinas y reduce el estrés y la ansiedad. Quienes no tienen la posibilidad de pedalear en la ciudad o en el campo, se ha implementado en algunos gimnasios una nueva opción: waterbike, que combina lo mejor de una bicicleta fija dentro de una piscina de hidromasaje.

2. Colación saludable. A medio día, cuando la energía comienza a disminuir y el estrés aumenta, es recomendable hacer una pausa y comer un puño de almendras, un poco de chocolate amargo o una rebanada de pan integral con miel. Estos alimentos estimulan la producción de triptofano, un amionácido que permite al organismo sintetizar serotonina, neurotransmisor que nos mantiene serenos y enfocados.

3. Desfoga tensiones. Yoga, pilates y tai chi son consideradas disciplinas energéticas, pues no sólo ayudan a liberar la tensión, también equilibran la mente y potencian la energía del cuerpo. En cada sesión uno puede aprender a respirar, a tranquilizar la mente, controlar los movimientos y ganar consciencia corporal. Al centrar la atención sobre uno mismo, también se refuerzan los procesos de relajación mental.

4. Si fumas, reduce tu consumo o deja el hábito. Aunque se considera que el tabaco tiene algunas propiedades relajantes, consumirlo en exceso contribuye a aumentar el estrés, la ansiedad y la depresión. Estudios recientes han mostrado que, después de algunas semanas difíciles de abstinencia, dejar el cigarrillo ayuda a dormir mejor y mejora la concentración.

5. Sal de la ciudad. Ejercitarse en la naturaleza una vez por semana es lo mejor para tomar distancia con respecto a los problemas cotidianos. Asegúrate de incluir un calentamiento, ejercicio aeróbico, y finaliza con una relajación. Si tienes hijos, llévalos contigo al campo; un rato de juegos hace las veces de una rutina completa.

6. Respira y medita. En momentos de estrés respiramos superficialmente y no eliminamos el dióxido de carbono de manera correcta, lo que aumenta la sensación de ansiedad. Por lo menos una vez al día, toma una pausa de 15 ó 20 minutos para desconectarte del mundo: baja los hombros, relaja el cuello y respira lentamente inflando el vientre bajo antes de exhalar.

7. Bebe té rooibos. También se le conoce como té rojo, pero nada tiene que ver con las hojas de té tradicional (camellia sinensis). Originario de Sudáfrica, es un arbusto del cual se aprovechan las ramas y los brotes. Contiene hierro, flúor, calcio, sodio y potasio; protege la dentadura y los huesos, ayuda a regular los líquidos del cuerpo, tiene gran cantidad de antioxidantes y flavonoides, compuesto que ayuda a reducir el colesterol. No provoca somnolencia, es ideal para combatir malestares de la gripe y muy amigable con los estómagos delicados.

8. Hazte amiga de las algas. Naturales o como suplemento alimenticio (en polvo, cápsulas o jarabes), tienen gran cantidad de betacaronteno, vitamina B, sales minerales, antioxidantes, omega 3 y clorofila. Sus beneficios se reflejan en el sistema inmune y contribuyen a mejorar el estado de ánimo.

9. Licores de hierbas. Al consumir un dedal (aproximadamente 6 cucharadas) de licor de hierbas después de comer, no sólo regula la digestión, también funciona como relajante y tonifica los órganos. Tómalo sin hielo para potenciar sus beneficios.

10. Relaja tu vista. Las horas frente a la pantalla o los monitores, los cambios de temperatura y de luz generan gran esfuerzo en los músculos oculares, lo que puede provocar dolores de cabeza e incluso migrañas. Lleva contigo lentes adecuados, tanto para trabajar como para moderar la luz en tus ojos. Antes de dormir, regálate una sencilla terapia de manzanilla: recuéstate y coloca bolsitas tibias de infusión sobre los párpados.

11. Aromaterapia: naranja y lavanda. Sus aceites esenciales tienen importantes poderes relajantes. Para momentos de estrés, es aconsejable repetir esta terapia tres veces al día: vierte dos gotas en las palmas de las manos, frota y respira profundamente de 6 a 10 veces.

12. Come como antaño. Evita las toxinas de los alimentos procesados, reduce tu consumo de carnes o proteína animal y privilegia las frutas y las verduras. Modera o suprime tu consumo de azúcar y harinas refinadas, tu organismo te lo agradecerá, te sentirás más ligera y con mejor energía.