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Spray-tan: el bronceado con infusiones botánicas

Hace unos días me invitarona probar un tratamiento de bronceado que no utiliza ningún tipo de radiación. Se trata de la máquina Versa Pro, una cabina que rocía el cuerpo con un pigmento elaborado con aceite de aguacate, caña de azúcar, remolacha y cáscara de nuez. La ventaja, según me dijeron, es que los productos no son tintes sino infusiones botánicas e hidratantes que pigmentan la piel de manera temporal sin causar daños ni agravar las arrugas.

Desconocía por completo en qué consistía el tratamiento, así que busqué en varias publicaciones para verificar si los compuestos utilizados eran realmente naturales e inocuos. Sólo encontré un par de artículos que advertían sobre los riesgos de usar ciertos bronceados por aspersión, ya que el DHA, la sustancia que funciona como vehículo fijador, puede llegar a dañar el ADN de las células vivas (pulmones, ojos o mucosas), no así de las muertas (piel o cabello). Este daño ocurre sólo si se aspira accidentalmente, si se tiene contacto con los ojos y si el tratamiento se hace semana tras semana. En otras palabras: esporádicamente, una sesión no es dañina. En comparación con tres días tomando sol o una sesión en una cama solar, la aspersión con Versa Pro resulta inofensiva, siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias.

Hice una cita en Bronz Spa, el establecimiento donde tienen la cabina de spray-tan en la Ciudad de México, y me dieron algunas recomendaciones para que el tratamiento funcione de manera óptima: hay que ir con la piel exfoliada, limpia, sin perfume, maquillaje o crema, y llevar ropa holgada para que el color no se quede en la ropa.

Ya en el spa, antes de entrar a la cabina me dieron un par de suelas adherentes y antiderrapantes y me preguntaron que si quería usar un calzón y un top desechables. Preferí hacerlo topless y con mi propio calzón; también me dieron una gorra desechable para proteger el cabello. La sesión es muy rápida y la terapeuta estuvo ahí dándome las indicaciones y la asesoría que necesité. En total, el tratamiento no dura más de diez minutos.

Una puede elegir entre cuatro opciones de tono, yo elegí el tercero en intensidad (un color canela que se ve bronceado, pero no tanto). Primero me rociaron un nivelador de pH, luego vinieron dos aplicaciones de color y, finalmente, una más de hidratante. Durante las aplicaciones de color hay que cerrar los ojos y contener la respiración; entre cada aplicación, la cabina rocía aire tibio para secar y fijar el color, ahí se puede respirar normalmente.

El producto huele un poco a nuez y seca bastante rápido, aunque cuando sales sientes la piel un poco “húmeda”, pero es sólo una sensación que produce la última capa hidratante. Durante las primeras 24 horas, hay que evitar el contacto con el agua, nada de bañarse o hacer ejercicio, y usar ropa holgada. Según me explicaron en el spa, al cabo de 48 horas, el color alcanza su máxima intensidad. Y así fue.

Desde que me hice el tratamiento han pasado cinco días y esto es lo que me ha ocurrido:

  1. Aunque te ponen bloqueador en las palmas de las manos y debajo de las uñas, durante las primeras horas se desprende un poco de pigmento de la cara o de los brazos, y es inevitable que las manos se pinten un poco (te lavas con jabón y se quita). Esto deja de ocurrir al segundo día, después de que te bañas y se cae lo que no se ha impregnado en la piel.

  2. La almohada y mis pantalones de dormir se pintaron durante la primera noche, igual que lo haría una base de maquillaje; la mancha desapareció en la lavadora.

  3. Al tercer día fui al gimnasio y el sudor desprendió un poco de pigmento; dejé unas manchas similares a las del maquillaje en la toalla y la camiseta. Nada grave.

  4. Cuarto y quinto día: todo en orden, salvo que no me exfolié bien la cara y tengo algunas manchitas más claras en la frente y los pómulos, muy similar a lo que ocurre una semana después de que llegas de la playa y tu piel se empieza a renovar.

  5. Tuve la precaución de exfoliarme muy bien el resto del cuerpo; a pesar del gimnasio y del baño diario, el color está intacto y se ha integrado muy bien a mi tono de piel, sobre todo en las áreas donde jamás pega el sol.

  6. Todo el mundo me ha preguntado que a dónde me fui de vacaciones porque traigo un bronceado antojable y natural. Yo, feliz.

Mis recomendaciones:

  • Si eres una novia y quieres lucir un color de piel parejo el día de tu boda, programa tu sesión al menos seis días antes. Así, si transpiras, no corres el riesgo de mancharte las manos, manchar tu vestido o a los demás invitados.

  • No olvides exfoliarte muy bien la cara. Yo recomendaría hacerte un tratamiento tonificante e hidratante y no maquillarte el día previo a la sesión de bronceado.

Las recomendaciones del spa:

  • Si eres alérgica al sol, este tratamiento es perfecto para ti.

  • Si eres alérgica al aguacate, la remolacha, la caña de azúcar o la nuez, olvídalo.

  • Si sospechas que tienes diabetes, mejor hazte un chequeo médico porque el nivel de absorción de azúcar por vía cutánea es igual a la absorción vía oral. Y el tratamiento usa bastante azúcar.

  • Si eres diabética, no olvides regular tu ingesta de carbohidratos y estar al día con tus medicamentos.

Finalmente, creo que es una excelente opción para quien quiera borncearse de vez en cuando sin dañar la piel.

@luzaenlinea

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