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PasionariaPor qué no sonríen las mujeres
Esta semana circularon en internet tres campañas muy bien logradas, las tres contra la violencia hacia las mujeres. Las propuestas y el alcance que tuvieron me hicieron confirmar que el feminismo no es algo superado sino que es una causa que se renueva, que se esfuerza en encontrar otras vías de comunicación. El feminismo de hoy no es un revanchismo, sino que puede considerarse como humanismo en la medida en que defiende los derechos humanos de todo aquel miembro de la sociedad que por su raza, edad, carácter, condición social o preferencia sexual sea feminizado por el sistema, es decir, colocado en una situación de supuesta inferioridad como objeto de humillación, explotación o maltrato.
Estas tres iniciativas nos ponen al día sobre la situación de la mujer en distintos puntos del mundo.
Alto al tráfico
La primera campaña corresponde a stopthetraffik.org y consiste en un video grabado en la zona roja de Amsterdam. Al inicio parece un show de entretenimiento, una coreografía de cinco mujeres desde sus respectivas vitrinas. Cuando termina el baile, se ve cómo el público entusiasmado cambia la expresión de su rostro, pasando de la euforia a la realidad en segundos. En el muro del edificio se lee la siguiente leyenda: “Cada año, miles de mujeres vienen a Europa con la promesa de una carrera como bailarinas. Desafortunadamente, terminan aquí. Alto al tráfico: ninguna persona debe ser vendida o comprada”.
Dejen de pedir sonrisas
La segunda campaña se llama Stop Telling Women to Smile (Deja de pedirle a las mujeres que sonrían, les recomiendo que visiten el sitio), y tiene la intención de combatir el acoso callejero del que son objeto las mujeres afroamericanas en Brooklyn.
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La artista, Tatyana Fazlalizadeh, realizó retratos de las mujeres de la localidad y les añadió frases muy simples para confrontar al agresor: "No me llamo Nena –ni tampoco chiquita, sexy, rica, mamacita, mirreina–", "Las mujeres no están buscando tu aprobación", "Las mujeres no estamos aquí para tu entretenimiento", "Mi atuendo no es una invitación", "Los comentarios sobre mi cuerpo no son bienvenidos", "Ninguna mujer está obligada a dedicarte su tiempo o su conversación". La autora está buscando la forma de llevar esta campaña a otras ciudades y esparcir el mensaje para generar conciencia sobre esta problemática.
Pero Fazlalizadeh está consciente de siempre habrá quien piense que el acoso callejero no es un problema. Por eso señala: “Cuando una mujer alza su voz, siempre hay alguien que intenta convencerla de que sus experiencias no son válidas o importantes. Para mí, como mujer negra, esto es particularmente importante. Procurar que una mujer tenga derechos, que se sienta segura y no acosada sexualmente en su camino a casa me parece que es algo absolutamente prioritario". E insiste: "el acoso callejero está vinculado con problemas más fuertes como la violación y la violencia doméstica; es un tema sobre el control de los cuerpos de las mujeres”.
Diosas maltratadas
La tercera campaña fue lanzada por SOS (“Save Our Sisters”, salva a nuestras hermanas), y se propone crear conciencia sobre el maltrato hacia las mujeres en la India. La agencia Taproot recreó físicamente escenas de algunos cuadros que retrataban a las diosas hindús más poderosas. Pero la recreación incluyó un maquillaje que reproduce las heridas físicas que dejan los golpes que reciben las mujeres cuando son maltratadas (y creo que en su mirada también pueden leerse las heridas emocionales).
Cada imagen (el resultado es una mezcla de fotografía, pintura y tratamiento digital) incluye un texto muy pequeño: “Reza para que este día no llegue. Hoy, más de 68% de las mujeres en India son víctimas de violencia doméstica. Mañana, parece que ninguna mujer estará a salvo. Ni siquiera aquellas a las que dedicamos nuestras oraciones”. Además, incluye un teléfono para denunciar.
La campaña refleja con sencillez una terrible contradicción, mientras que en la religión se adora a las figuras femeninas, en el día a día se les maltrata. Hoy, más de 1,000,000 de mujeres en la India son víctimas de la trata de blancas. Y tan solo el año pasado se reportaron más de 244,270 crímenes contra las mujeres.
Finalmente, quiero insistir en algo que nos compete como lectores y usuarios de internet. Estas campañas NO son ejercicios estéticos que se hacen para alimentar la vanidad de sus autores con premios y fama. Tampoco son proyectos de entretenimiento para cibernautas aburridos de ver gatitos en su muro de facebook. Si bien incluyen un ejercicio estético, es un lenguaje para tocar nuestra sensibilidad de otra manera.
A veces hay tanta información que perdemos la dimensión de la realidad. Si la gente inviritió energía, dinero, creatividad y trabajo en este tipo de campañas, es porque la situación lo amerita. Defender a un ser humano está lejos de ser una pose publicitaria o una postura ideológica revanchista. Hoy el feminismo, insisto, se enfoca en defender los derechos de cualquier persona, de formar una cultura que nos enseñe a nombrar los problemas, a identificar el rostro de las instituciones y las personas que ejercen el maltrato, incluyendo los cómplices. Sobre todo, estas iniciativas nos recuerdan que podemos defendernos sin acudir a la misma violencia con la que hemos sido agredidos.
Twitter: @luzaenlinea
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