Pasta de dientes casera y sin efectos secundarios

Hace un par de semanas me encontré con la siguiente noticia: un grupo de activistas en EEUU están pidiendo a las tiendas departamentales que retiren de los anaqueles una pasta de dientes que contiene triclosán. Esta sustancia, que yo había visto anunciada en pomadas para problemas severos de hongos en los pies, está asociada al aumento en las células cancerígenas y es peligrosa para el ser humano aun en pequeñas dosis. Por su composición, la pasta tendría que venderse con receta en una farmacia, sin embargo, el organismo estadounidense que avala la venta de medicamentos y cosméticos (FDA) permitió, en 1997, que el producto estuviera disponible en las tiendas de autoservicio.

El bicarbonato es excelente para limpiar los dientes / Foto: Thinkstock
El bicarbonato es excelente para limpiar los dientes / Foto: Thinkstock

Hace poco también leí que el flúor de la pasta de dientes contribuye a calcificar la glándula pineal , encargada de regular los ciclos de sueño. No sé ustedes, pero yo estoy llegando a mi límite con cierto tipo de productos y sobre todo con los organismos que avalan su venta. Según los estudios que realizan, las sustancias de un producto son seguras cuando se consumen en pequeñas dosis. Sin embargo, jamás he encontrado un estudio a largo plazo, es decir, que dé seguimiento durante décadas a un grupo de personas y analice los efectos acumulados de todas esas sustancias en el organismo.

Por si las dudas, he decidido hacer mi propia pasta de dientes. Como las recetas de los libros de química de secundaria todavía incluyen flúor, quedaron descartadas. Sin embargo, vale la pena asomarse al libro para comprobar si las recetas que circulan en internet tienen bases similares. En fin: acá les comparto la receta de una pasta de dientes inocua, barata, sencilla y avalada por siglos de experiencias humanas.

Mezcla tres partes de bicarbonato de sodio con una parte de sal. Pon esa mezcla en un recipiente de vidrio con tapa. Y ya: en lugar de pasta, tienes un “polvo dental” sin efectos secundarios. Cuando vayas a lavarte los dientes, moja un poco tu cepillo y sumerje la orilla de las cerdas en la mezcla.

Si no te gustan el sabor o la textura, acá hay otra opción. Por cada taza de polvo dental, añade 10 cucharadas de aceite de coco orgánico y 10 gotas de tu aceite esencial favorito. Mézclalos vigorosamente hasta obtener la textura que te guste. Es importante que te asegures de que el aceite sea de grado terapéutico y apto para consumirse por vía oral (yo recomiendo los de la marca DoTerra). Quienes tienen más experiencia recomiendan hacer una mezcla deliciosa de acietes de canela, menta y melaleuca o tea tree. Los ácidos y los fenoles de estas tres plantas son antimicrobianos naturales tan eficaces como cualquier desinfectante artificial.

@luzaenlinea

 

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