Las chicas buenas no ‘perfuman’ el baño

Cuando vi por primera vez este video pensé que sería una broma, pero el tipo de producción, las cifras que muestra y la advertencia: “Es un producto real”, me llevaron de inmediato a comprobarlo. Un sitio de Internet, ventas millonarias en Amazon que superan al iPhone 5, testimonios de usuarios, más de 4 millones (sí, cuatro millones) de botellitas vendidas, 15 millones de visitas al video de YouTube en menos de tres semanas, cientos de reseñas de usuarios y periodistas en los medios. Me rindo. Aunque yo no pueda creerlo, el producto es real. Véalo usted mismo:

Aun no he encontrado la versión del video con subtítulos en español, pero, a grandes rasgos, habrán visto que el producto no es un aromatizante ambiental que perfuma el olor de las heces, sino que, gracias a una fórmula secreta, inocua, natural y biodegradable, “envuelve” los aromas de la “popó” para que estos no ocupen el espacio olfativo de los sanitarios públicos. El anuncio utiliza el estereotipo de la chica inglesa de alta sociedad que, con su collar de perlas, su dicción perfecta y su tono petulante, se refiere al excremento con nombres rebuscados, enumera las situaciones sociales en las que el neutralizador puede "salvar la reputación" de quien lo use. Sobre todo, la reputación de las chicas. Porque, como dice el eslogan: “las chicas no hacen popó”.

Un producto para... ¿salvar la reputación de las chicas? / Foto: Captura del video Girls Don't Poop - PooPourri.com en Youtube
Un producto para... ¿salvar la reputación de las chicas? / Foto: Captura del video Girls Don't Poop - PooPourri.com en Youtube

Mercadológicamente hablando, el anuncio es una verdadera joya, la actuación es impecable, el guión no tiene fallas, la ejecución del comercial es perfecta; con un tono ambiguo que oscila entre farsa, parodia e infomercial, el anuncio hace explícita la paranoia que sufren millones de personas en el mundo: que los demás se den cuenta de que una persona acaba de defecar; en otras palabras: cagar sin dejar rastro. El nombre resulta cómico y un poco ñoño: mezcla la palabra poop (popó) con popourri, término que usa el mercado anglosajón para referirse a los saquitos con aromatizantes. En español sería algo tan ridículo como “popó-purri”.

El anuncio es una joya mercadológica / Foto: Captura del video Girls Don't Poop - PooPourri.com en Youtube
El anuncio es una joya mercadológica / Foto: Captura del video Girls Don't Poop - PooPourri.com en Youtube

Con todo, el mensaje solo viene a confirmar dos cosas:
1. La higienización de la vida ha tomado niveles enfermizos.
2. Siempre hay alguien con un poco de inventiva dispuesto a ganar mucho dinero con los miedos y la vergüenza de la gente.

Aquí hay más de un prejuicio de género, ¡¿cómo que "las chicas no hacen popó"?! Por si no fuera suficiente con hacernos sentir avergonzadas por la menstruación, ¿ahora también tenemos que sentirnos avergonzadas de cagar? No jodan. El motivo por el cual no eligieron a un estereotipo masculino para el comercial, es que a ellos no se les enseña a avergonzarse del olor de sus heces. La obsesión higienista y floralizada del ambiente fue minuciosamente inculcada en nuestras mentes femeninas por madres, profesores, amigas y enemigas, tías, revistas y novios misóginos que, a su vez, heredaron de otros la idea de que los fluidos de la mujer son repugnantes y el concepto de que el rol de la mujer es agradar y complacer. Bajo esa mirada, las mujeres, cuando defecan, menstruan, sudan, paren u orinan, se “degradan” todavía más a los ojos del sujeto dominante (llámese novio, sociedad o mamá), haciendo evidente que comparten una misma naturaleza con otros seres vivos “inferiores". Por lo tanto, cualquier fluido que sale del cuerpo de una mujer, que no sea transparente e inodoro, las hace “menos femeninas”: así de retorcida es nuestra cultura. Dato curioso: el producto surgió cuando la creadora se mudó a vivir con su nueva pareja y el olor que quedaba después de que el hombre iba al baño, le resultaba insoportable.

De manera general, a los hombres no se les enseña a sentir vergüenza por el olor de su excremento (incluso es motivo de risa y orgullo entre grupos de amigos). Pero cuando se encuentran en un circunstancias socialmente desfavorables o vulnerables, y de acuerdo a los miles de testimonios de los usuarios, ahí Poo-Pourri “ha salvado la vida” de muchos hombres.

¿Qué dice el olor del excremento acerca de nosotros?

Es innegable que el excremento tiene un olor que nuestro cerebro reptiliano identifica como: “desagradable”, “alejarse”. En condiciones saludables, el olor de ese excremento no tiene por qué ser asquerosamente insoportable, simplemente huele a lo que tiene que oler, los gases no son pesados y el olor se disipa con un poco de ventilación. Sin embargo, cuando la gente está en mal estado de salud, cuando no hace ejercicio, cuando su alimentación es pobre y mala, cuando el 80% de la comida que consume es industrializada, genéticamente modificada, artificialmente saborizada y está saturada de conservadores sintéticos, no es de extrañarse que el olor de su excremento sea realmente desagradable. Pero lejos de que eso sea motivo de rechazo, debería ser signo de preocupación y solidaridad, sobre todo con gente de nuestra confianza. Si el excremento de mi pareja me resultara vomitivo, y si yo hiciera caso a lo que dice mi cerebro reptiliano, en lugar de inventar un neutralizador de aromas, primero le sugeriría a mi pareja que revisara sus hábitos alimenticios, que tomara agua, que hiciera un poco de ejercicio... Solo que la inventora del producto y los publicistas han olvidado que hay una relación entre la salud y el olor de las heces, algo lógico y sintomático en una sociedad que se ha esmerado en silenciar el lado animal de su naturaleza.

Aclaro: no estoy diciendo que el producto en sí mismo sea una mala idea. De hecho, Poo-Pourri tiene muchos usos alternativos: neutraliza los olores de los pañales desechables en el bote de la basura, evita que la basura emita olores desagradables en la cocina o en el comedor, elimina los malos olores de los zapatos y las mascotas, evita que se formen olores en superficies de plástico, etc. Independientemente de su publicidad, es un producto al que hay que seguirle la pista. Y si alguien ya lo compró o lo usó, comparta su opinión.

Twitter: @luzaenlinea

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