“La pastilla azul” para mujeres

Hace un par de semanas me reencontré con una antigua compañera de trabajo y fuimos a tomar un café. En un acto de confianza que me sorprendió, me confesó que su vida sexual era un desastre: "Simplemente no me dan ganas. Tengo tres años de casada, amo a mi marido y él me ama, pero por más que lo intentamos, no logro excitarme, no 'me prendo' con nada. Debería haber pastillita azul para mujeres...", concluyó.

No quise quedarme con la duda sobre la pastilla azul para mujeres, y en cuanto llegué a casa hice mi búsqueda. Efectivamente, existe una pastilla a la que muchos han llamado "el viagra para mujeres", y su descubrimiento también ocurrió casi por accidente, mientras un grupo de científicos de la Universidad de California estudiaban los efectos de una molécula llamada filibanserina, que había sido usada como antidepresivo. Actualmente continúa en investigación y el laboratorio Boehringer-Ingelheim pretende lanzarla este año al mercado bajo el nombre de Ectris.

Se dice que esta pastilla podría ser un tratamiento efectivo para el trastorno de deseo hipoactivo, la preorgasmia y la anorgasmia. Sin embargo, hay que establecer algunos matices sobre lo que se debe esperar de este medicamento.

1) La filibanserina no funcionaría como el viagra, ya que no está pensada para proporcionar una noche de pasión, sino que los resultados comenzarían a verse después de cuatro o seis semanas de tratamiento. La pastilla actuaría a nivel de neurotransmisores: al reestablecer el equilibrio entre la serotonina, la dopamina y la noradrenalina, las mujeres recobrarían el deseo sexual.

2) Tal y como se ha visto en el caso de la famosa pastilla azul, no se puede esperar que al tomarla se resuelvan mágicamente los conflictos de la pareja, y mucho menos en el caso de las mujeres cuya disfunción sexual está conectada con factores como el maltrato, la baja autoestima, los prejuicios, los conflictos emocionales,las asociaciones negativas al sexo, etc. Los médicos calculan que sería un error recetar la filibanserina como afrodisiaco en esos casos, pues se sabe que cuando la disfunción se debe a factores no fisiológicos, generalmente se resuelve en terapia de pareja.

Resulta inevitable plantear una observación muy puntual para el contexto cultural latinoamericano. Si bien hay mujeres que desean genuinamente tomar esta pastilla para mejorar su calidad de vida, podría haber otras que, presionadas por sus parejas o por el sistema de valores imperante, podrían sentirse obligadas a tomarla. Independientemente de este matiz, hay un dato bastante rescatable: se ha calculado que esta pastilla podría ayudar a disminuir las molestias físicas de la menopausia.

Por último, creo que es necesario escuchar las señales que envía el cuerpo; antes de atacar los síntomas en cuanto aparecen, es recomendable preguntarse si hay algún problema más profundo a nivel emocional y así recurrir a un tratamiento integral.